'Bertinwashing': así se blanquea a la extrema derecha en prime time

“De todos es sabido que no soy periodista y que tampoco lo pretendo. Soy un padre, un artista y, sobre todo, un ciudadano preocupado y comprometido que me he permitido hacerles algunas de las preguntas que todos tenemos en mente“, decía anoche Bertín Osborne al comienzo del especial de Mi casa es la tuya con Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Santiago Abascal (VOX).

Un ciudadano al que, ¡oh! ¡sorpresa!, no le interesó preguntar anoche al líder de la extrema derecha por su discurso con tintes racistas. ¡Y eso que el programa duró más de dos horas! Pero, ¿cómo iba a sacar un momentito para sacarle el tema de la inmigración a alguien que defiende los toros y las paellas si corría el peligro de que volviera a soltar algunos de los bulos a los que nos tiene acostumbrados?

Tampoco tuvo tiempo para recordarle los 83.000 euros anuales que cobraba por presidir una fundación sin actividad ni empleados. ¡Para qué hacerlo si su colega Santi le había llevado unos pimientos rellenos de quinoa hechos, por supuesto, por su mujer y que le colocó en la fuente como la bandera española!

Nada, nada. Paella. Toros. Playas. España

“¿En tu partido hay homofobia?”, le preguntó minutos después para intentar aparentar que aquello no era una entrevista cómoda. “Hay muchos gais en VOX. ¿Cuál es la bandera de los gais? La bandera de España”, decía el ‘fuertecito’ de Santi antes de defender algo tan igualitario como que el matrimonio sólo es entre un hombre y una mujer.

Nada, nada. Paella. Toros. Playas. 

¿Para qué recordarle, verdad Bertín, que su partido aboga por acabar con las leyes de protección LGTBIQ o que el número uno de su partido por Albacete dijo que "Si mi hijo dijera que es gay, tratataria de ayudarle. Hay terapias para reconducir su psicología"?

Y, ¿cómo era aquello que dijo un representante de VOX en Huesca de acabar con las banderas LGTBIQ porque que la orientación sexual debe mantenerse en la casa y en la cama y no manifestarse en la calle?

Nada, nada. Paella. Toros. 

Y si su colega Santi es tan defensor del Ejército y lo que quería era que descubriésemos a la persona por encima del político, ¿cómo es que se olvidó preguntarle por qué no hizo el servicio militar?

Nada, nada. Paella. 

¡Y luego se preguntaba Bertín por qué Santi no concedía entrevistas a otros medios! Pero, ¿dónde va a estar mejor que en su casa? ¿Dónde le van a dejar soltar su propaganda sin que le rebatan! 

Paella...