La decisión de la Junta Electoral Central de obligar a Atresmedia a reformular su debate a cinco bandas por incluir a VOX en el mismo, lo que llevó al grupo privado a readaptar su formato a cuatro, ha traido consecuencias.
Y así, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido no acudir al debate de Atresmedia programado para el martes 23 de abril y finalmente participar en el debate de la Corporación el próximo lunes 22 de abril.
El PSOE había optado por el debate del grupo privado para el próximo martes 23 de abril ya que Sánchez "quería debatir con VOX y eso no puede hacerse en la televisión pública", defendía hace unos días la Vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.
Este hecho llevó a que los Consejos de Informativos de RTVE denunciaran que el Presidente del Gobierno no quisiera participar en el debate propuesto por la Corporación e iniciaron una recopilación de firmas para que el político acepte este debate.
De ahí que ahora, después de que el debate de Atresmedia haya tenido que ser readaptado a cuatro y tras las presiones recibidas en las últimas horas, Sánchez se haya quedado sin excusas para no acudir al debate de la radiotelevisión pública.
De esta forma, a pesar de todos los errores cometidos por RTVE a la hora de ofrecer un debate electoral, finalmente se saldrá con la suya. Eso sí, la Corporación ha comunicado que distribuirá la señal de este debate a las televisiones públicas y privadas españolas, al tiempo que lo retransmitirá a través de sus distintos canales y fuera de nuestras fronteras por TVE internacional.
El formato de debate
En cuanto al formato del debate, poco o nada se sabe. No obstante, todo parece indicar que será igual de encorsetado y extremadamente cronometrado que el debate que tuvo lugar este martes en La 1 de TVE entre PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, PNV y ERC.
En el caso de Atresmedia, el grupo ya había comunicado que El Debate se articularía a través de las preguntas planteadas alternativamente por los dos moderadores, con la intención de que fluyera por sí mismo, lejos de repartos de tiempos y de corsés prestablecidos y con criterios estrictamente periodísticos.
El grupo proponía una cita con intervenciones flexibles y, a la vez, equilibradas. No se trataría de un debate a golpe de cronómetro, sino que se inspiraría en el modelo anglosajón, como ya se hizo en 2015. La propuesta se basa en el documento público que elabora el Parlamento británico en las citas electorales.
Para conseguir un debate ágil y flexible, pero también justo en el reparto de los tiempos, los moderadores se ayudarían de la llamada Sala del Tiempo, en la que un equipo de cinco periodistas, liderado por Marina Monzón, controlarían los periodos de intervención. Cada periodista tendría asignado un candidato, verificando los minutos empleados en intervenciones.
Como gesto de transparencia hacia espectadores y partidos, la Sala del Tiempo formaría parte del despliegue y se realizarían conexiones en directo para mostrar los datos. No se buscaría exactitud matemática, sino equilibrio. Los candidatos no verían un cronómetro de tiempo, ya que serían los
moderadores los que les informen del desarrollo de sus intervenciones.
Tres grandes bloques
El Debate, que tendría una duración de dos horas, se articulará en torno a tres grandes bloques temáticos. Vicente Vallés y Ana Pastor abrirán la cita con una ronda rápida en la que formularán una pregunta de actualidad a cada candidato, sin posibilidad de debate.
El orden de estas preguntas quedó establecido en el sorteo celebrado el pasado viernes, siendo Pedro Sánchez (PSOE) el primer en intervenir. Tras esta primera ronda arrancaría el debate que se estructurará en torno a los 3 mencionados bloques, cuya temática será:
Presentación de sus programas electorales: en este bloque, el de mayor duración, los candidatos debatirían y tendrían que responder a preguntas sobre sus propuestas de gobierno.
Modelo territorial/ Cataluña: los cinco candidatos responderían a las preguntas de los moderadores y debatirían sobre su idea de modelo territorial y sobre la situación actual del tema catalán, exponiendo las propuestas para abordarlo.
Pactos: En el último bloque los candidatos tendrían que responder a preguntas sobre la posibilidad de pactos de gobierno con otras formaciones, habida cuenta de que todas las encuestan vaticinan la imposibilidad de formar gobierno en solitario.
El cierre de El Debate finalizaría con un minuto exacto de cierre en el que cada candidato dispondría de sesenta segundos de exposición a cámara, sin interrupción. Pablo Casado (PP) abriría este tramo final, mientras que Pablo Iglesias (Unidas Podemos) sería el encargado de cerrarlo, tal y como determinó el sorteo del pasado viernes.
El uso de aparatos electrónicos estaría prohibido y sólo un asesor de cada partido podría entrar en el plató coincidiendo con las pausas publicitarias.