Después de varias semanas mareando a la audiencia en lo que se refiere a la fecha de estreno, hasta el punto de haber llegado anunciar en la madrugada de domingo al lunes un especial para este miércoles, Telecinco estrena por fin esta noche la undécima temporada de La que se avecina.
Lo hace 490 días después de la emisión del último capítulo de la décima temporada un lejano 27 de diciembre de 2017, lo que ha convertido a esta espera en el mayor periodo de tiempo que han tenido que esperar los fans de la comedia de Alberto y Laura Caballero entre la emisión de dos temporadas.
Las audiencias de las ficciones en abierto han sufrido importantes bajadas en este tiempo
Un largo periodo de tiempo en el que el consumo ha cambiado radicalmente y las audiencias de las ficciones en abierto han sufrido importantes bajadas, e incluso ya hay voces que hablan de una cierta crisis en ella. De hecho, el baremo actual para medir si una serie tiene o no éxito se encuentra ya en los dos millones de espectadores.
De ahí que ahora surja la pregunta de cuánto puede afectar este largo parón a una serie con el potencial de La que se avecina, que se despidió con un 17,5% de cuota de pantalla y 2.523.000 espectadores. Un dato que le llevó a liderar la noche, pero que se convertía en su mínimo histórico.
Hasta ahora, el mayor tiempo de espera entre la emisión de una temporada y otra había sido el que pasó entre la quinta y sexta temporada con un total de 435 días, o lo que equivale a 1 año, dos meses y cinco días.
Entonces, la ficción pasó de despedirse un 24 de julio de 2011 con un 20% y 2.796.000 espectadores, a estrenarse con un brutal 27,1% y 5.400.000 espectadores un 1 de octubre de 2012. Fue la explosión que convirtió a la serie en un auténtico referente y una de las ficciones más vistas de nuestra televisión.
En ello influyó, además de la explosión de las tramas de personajes como Estela Reynolds, Antonio Recio o Amador, el hecho de que FDF repitiera una y otra vez los capítulos de las anteriores temporadas. Esto hizo que creciera la base de fans de la ficción que esperaban con ansia los nuevos capítulos.
Sin problemas para arrasar
El contexto ahora es distinto. No obstante, es bastante seguro que la ficción regreso por todo lo alto, no sólo por su importante base de seguidores sino también por la nula competencia que se encontrará ese día con Antena 3 y La 1 emitiendo cine.
Como antecedente, además de que desde aquella sexta temporada los parones siempre le vinieron de manera sobresaliente a la ficción con importantes subidas de audiencia de entre 500.000 y casi 1 millón de espectadores, tenemos el más reciente ejemplo del estreno de la décima temporada.
Entonces, a la mayoría de productos televisivos les costaba llegar a la barrera de los tres millones. Sin embargo, el primer capítulo de la ficción emitido el 4 de octubre de 2017 rebasaba esa barrera sin problemas hasta anotar un 24, 2% y 3.618.000 espectadores. Eso sí, una semana después caía hasta un 19,6% y 2,7 millones de espectadores y no volvería a recuperar la barrera de los tres millones hasta el sexto capítulo.
También tenemos como antecedente el caso de Allí abajo. La ficción de Plano a Plano estrenó su quita temporada con un notable 17,9% de cuota y 2.695.000 espectadores, superando así la media de la anterior temporada (14,4% y 2.241.000 espectadores) y mejorando en casi un millón de espectadores el dato del último capítulo de la anterior temporada (12,8% y 1.776.000).
Sea como fuere, nunca hay que olvidar que las ficciones en abierto tienen una segunda e incluso tercera y cuarta vida. El caso de la comedia de Telecinco, tras su pase en el primer canal, se repone en FDF, obtiene grandes datos online y sus derechos son vendidos a terceros como Comedy Central y ahora a plataformas como Amazon. Un negocio de lo más redondo.
Por qué esta larga espera
Pero, ¿a qué se debe esta tardanza? Las dos principales razones son el hecho de que Telecinco ocupe hasta tres noches de la semana con un reality (Supervivientes, GH VIP, GH DÚO), así como el exceso de producto con el que cuenta Mediaset España.
En este último año, el grupo se veía en la obligación de estrenar dos series si no quería que se quedaran obsoletas. Se trata de La Verdad, que estuvo guardada en un cajón casi tres años, y Vivir sin permiso, que estuvo casi un año y que ya contaba con una segunda temporada firmada.