El Festival de Eurovisión 2019 ya es una realidad. Este sábado, hasta un total de 9 países que participarán en la primera semifinal, se subieron por primera vez al escenario del Centro Internacional de Convenciones de Tel Aviv para ensayar sus puestas en escena.
Por delante quedan ocho días más de ensayos -el primero de Miki será el próximo viernes 10 de mayo a partir de las 16:20 horas- hasta que el próximo martes 14 de mayo se celebre la primera semifinal. El jueves 16 será la segunda y la gran final tendrá lugar el sábado 18 de mayo.
Al contrario que el año pasado en el que miles de españoles se desplazaron hasta Lisboa dando la cercanía de la capital portuguesa, este año se esperan muchos menos desplazamientos, no sólo por la lejanía, sino por los abusivos precios tanto en alojamientos como en entradas.
No obstante, aprovechando que hace ahora un mes BLUPER tuvo la oportunidad de visitar Tel Aviv para comprobar de primera mano cómo se estaba organizando el festival gracias a la EIPA, hemos querido ofrecer una guía con algunos consejos para aquellos eurofans que viajen hasta Israel en estas dos próximas semanas.
Los estrictos controles
Lo primero que hay que tener en cuenta al viajar a Israel es que es necesario contar con un pasaporte, con una validez mínima de seis meses, contados a partir de la fecha prevista de salida de Israel. En caso contrario, las autoridades israelíes podrán denegar la entrada.
En este sentido, hay que acentuar que los controles en el aeropuerto de Ben Gurion son bastante estrictos tanto a la llegada al país como, sobre todo, a la salida.
Antes de recoger tus maletas tendrás que pasar un control policial en el que se te harán una serie de preguntas como cuál es el motivo de tu visita al país, donde te vas a hospedar, o si en los últimos años has visitado países árabes. En este caso, el interrogatorio se puede alargar e incluso, si has estado en países como Siria, Líbano o Irán, ser denegada la entrada.
Eso sí, al entrar en Israel, las autoridades aeroportuarias israelíes no suelen estampar un sello sobre el pasaporte, lo que podría dificultar el viaje ulterior a países árabes distintos de Jordania y Egipto. No obstante, el estampar o no el sello dependerá de la decisión del agente de frontera.
En el caso de la vuelta a España, para evitar sobresaltos, recomendamos acudir al aeropuerto entre unas tres o cuatro horas antes de la salida del vuelo ya que hay un doble control: uno antes de facturar en el que vuelven a realizarte una serie de preguntas personales y el control de seguridad habitual después de facturar. En este caso, si eres elegido al azar para un control de explosivos o drogas, el tiempo de espera se puede incrementar.
El transporte
La opción más cómoda para ir del aeropuerto hasta Tel Aviv es el taxi. En este caso, lo aconsejable es acercarse hasta un kiosko que hay cerca de la puerta 3 de salidas en el que se puede pedir este servicio. El precio puede oscilar entre unos 45 y 60 euros dependiendo de la zona de la ciudad a la que vayas.
De ahí que la opción más económica sea el tren (Israel Railways), que tiene un coste aproximado de unos cuatro euros. Eso sí, si viajas en viernes o sábado, es posible que no preste servicio debido al Sabbath, el día sagrado de la semana judía.
La otra opción es el autobús, aunque sea menos rápida que el tren. Las paradas están también en la terminal tres y el trayecto tiene un coste de unos 8 euros. La principal compañía se llama Egged.
En lo que se refiere a la ciudad, hay que resaltar que Tel Aviv no tiene metro ni tren ligero y que el tráfico de la ciudad es tremendamente terrible y es fácil sufrir un atasco a cualquier hora del día.
La mejor opción para moverse son los autobuses, los taxis -que se pueden pedir a través de la aplicación de Get Taxi- o UBER. También cuentan con una extensa flota de patinetes con los que puedes pasearte por todo el paseo marítimo de Tel Aviv.
Una ciudad cara
La moneda de Israel es el nuevo séquel israelí, que equivale a 0,25 céntimos de euros. Es decir, 4 séquel son un euro. Lo verás siempre reflejado como nis.
A partir de aquí hay que ser conscientes de que Tel Aviv es una ciudad cara. Mucho. Para hacerse una idea sólo hay que acudir hasta un McDonalds, donde los menús cuestan entre 9 y 15 euros. Y ni qué decir de los precios en sus playas donde una botella de agua vale 2,5 euros, un café solo casi tres euros, o una Coca Cola más de 9 euros.
Eso sí, la cocina israelí es de las mejores del mundo y en la que se mezcla la tradición árabe y mediterránea. No puedes volverte a España sin probar sus ricas ensaladas -increíbles los tomates-, el hummus y el pan de pita, el falafel, el Shakshuka o el shawarma.
Jesuralén, Belén y Jaffa
Si viajas a Tel Aviv más de tres o cuatro días, no puedes dejar de hacer una escapada hasta Jerusalén ya que se encuentra a poco más de 70 km y menos de una hora en autobús; o a Belén, desde la propia Jerusalén. Puedes ir por libre alquilando un coche, en autobús o dentro de alguna excursión. Eso sí, nunca vayas en viernes o sábado debido al Sabbath, el día sagrado de la semana judía.
En el caso de Tel Aviv, no puedes perderte Jaffa, la parte antigua de la ciudad y que actualmente se ha convertido en el hogar de muchos artistas. El contraste entre la parte moderna y antigua es impresionante.
Eurovision Village
En lo que se refiere a los eventos para eurofans, recordar que el Eurovision Village estará instalado en el parque Charles Clore, a escasos metros de la playa y donde se celebra habitualmente el Pride de Tel Aviv. Allí tendrán lugar conciertos y competiciones, fiestas temáticas, actividades divertidas y juegos de manera paralela al festival de la canción desde el sábado 12 de mayo.
El espacio permanecerá abierto desde la mañana hasta la noche y acogerá la retransmisión de las semifinales de Eurovisión los días 14 y 16 de mayo y la gran final del 18.
El evento gastronómico anual Tel Aviv EAT se suma a la oferta turística que prepara la ciudad de cara al festival y tendrá lugar cerca del "Eurovision Village", también entre el 12 y el 18 de mayo, cuando los organizadores tratarán de atraer a las visitantes con la oferta culinaria de grandes nombres de restaurantes de la ciudad como Manta Ray, Onza o Messa.