Cuando el pasado miércoles la prensa le preguntaba a nuestro representante en Eurovisión, Miki Nuñez, cómo definiría su puesta en escena para el certamen de la canción, éste contestaba que la mejor palabra para definirla sería fantasía.
Y no le faltaba razón. Y es que nunca antes España ha llevado una puesta en escena tan bizarra y colorida como la que este año propone el director artístico elegido para el difícil cometido, Fokas Evangelinos.
Un sinsentido que termina teniendo mucho sentido.
Una casa al estilo de cabecera de la Tribu de los Brady, una marioneta parecida a las de la Fura dels Baus, Miki grabando al público con una cámara, una explosión de colores en las pantallas LEDs del fondo… Un sinsentido que termina teniendo mucho sentido.
Desde el momento en el que RTVE decidió elegir a alguien extranjero para la puesta en escena de Miki, muchos intuyeron que el concepto de La venda podría alejarse por completo del que podríamos tener los españoles, más cercano a lo que habíamos visto en su actuación charanguera de Operación Triunfo.
Y así es. Fokas ha ideado una puesta en escena colorida y alocada que nada tiene que ver con las verbenas de pueblo, pero que no dejará indiferente a nadie en un año en el que las demás apuestas de la noche son bastante apagadas.
¿Tenía sentido la puesta en escena de Moldavia el año pasado que muchos tildaron de hortera o salida de una gala de José Luis Moreno? ¿O la del mismo país hace dos años en la que se vestían de boda?
Después de años con puesta en escena sosas y aburridas, España por fin lleva algo a Eurovisión que sorprende, que se aleja de lo que habíamos visto hasta ahora y que puede hacer divertirse a Europa.
El resultado final podrá ser mejor o peor. Pero este año se han hecho los deberes y se nota. No vamos a escuchar aquello de que quedan cosas por limar y bla, bla, bla... porque hay un concepto bien definido.
De momento, la alegría ha invadido a la delegación española y a la prensa acreditada, y el sentimiento de pesimismo se ha alejado. Veremos si también se aleja el próximo sábado. Eso sí, hay que ir olvidándose ya de eso de que podemos ser el dark horse o el tapado. El top ten sigue siendo un sueño.