Emma García tenía de invitada en Viva la vida a Carmen Borrego, en lo que es su primera visita a un plató tras el abandono de Sálvame y el famoso episodio de Sálvame Okupa en el que recibió un tartazo que le provocó estar de baja y llevar collarín.
Carmen ha admitido que no hizo un buen concurso, y que desde aquel episodio “me he replanteado mi vida profesional en todos los aspectos”. Según explicó, a Sálvame Okupa llegó sin estar bien de ánimos. “Cuando salgo (de Sálvame), salgo hecha una colilla, sin entenderme ni a mí misma. Cuando entré no estaba bien” apuntaba. Así, explicó que el programa de corazón de las tardes lo dejó porque “hay que ser honrado y yo ya no estaba aportando nada”, y señaló que gestionaba mal las críticas. “Cuando veo a mis hijos sufrir no está pagado con nada”.
El trauma del tartazo de Payasín
La presentadora quiso saber qué sintió Carmen cuando, por decisión del público, Payasín le dio un tartazo en la cara durante Sálvame Okupa. Un tartazo que acabó haciéndole daño en la zona del cuello, donde tenía puntos tras una operación de papada.
“Me quise morir. Lo recuerdo y me entran ganas de llorar porque no entendí nada” reconoce, y señaló que la organización tenía un certificado médico en el que se explicaba que entraba “con limitaciones”. Un documento que ella creía que le eximía de recibir el impacto. Sin embargo, cuando tenía el pastel sobre su rostro, afirma que se preguntó “¿Me han metido para esto? ¿Esto se está haciendo a conciencia? ¿Me han querido hacer daño hasta físicamente?”.
Sobre la salida de Terelu de Sálvame, además, apuntó sentirse responsable. “Son unas imágenes que las tengo en el hueco del estómago”, confiesa sobre el día que Terelu abandonó el plató llorando. Añadió que “le destroza el alma” la decisión que ha tomado su hermana de no volver al programa pero que “no es justo” porque “no se lo merece”.