Este viernes conocíamos que Atresmedia Studios daba luz verde a Veneno, una ambiciosa producción que narra la vida y muerte de Cristina Ortiz, La Veneno, uno de los iconos LGTBI más importantes de España y que correrá a cargo de Los Javis.
La ficción, compuesta por capítulos de 50 minutos y producida por Atresmedia Studios en colaboración con Suma Latina y con la producción asociada de Apache Films, la ficción está inspirada en sus memorias oficiales, ¡Digo! Ni puta ni santa escritas por Valeria Vegas.
Por qué es necesaria la serie 'Veneno'
Según las primeras informaciones, Veneno narrará la realidad de la España LGTBI desde los años 60 hasta la actualidad. "Es la historia de una mujer luchadora, y un relato muy local, cuya asombrosa vida y sus valores universales, con los que se pueden identificar personas de todo el mundo, la convierten en una serie de interés global", explica la compañía.
La serie podría convertirse en la réplica ibérica de 'Pose'
De este modo, la serie permitirá concienciar a la vez que entretener sobre cuán dura fue la vida de una mujer transexual hace escasas dos décadas. Y es que aunque en los platós veíamos una Cristina altanera y segura, en el libro de Valeria Vegas se develaba como una mujer ilusa, fácil de engañar, y casi desconocedora de su propia identidad sexual, algo que ya dejó patente en algunos de sus enfrentamientos televisivos en los que se hablaba de transexualidad.
Así, Veneno seguirá, en cierto modo, la estela de Pose de Ryan Murphy, que nos ha retratado cómo lo tenían de difícil las mujeres transexuales negras a finales de los 80, que igual que Cristina, se veían obligadas a prostituirse para ganarse la vida, en un momento en el que el sida hacía estragos entre la población. Un retrato duro entre lentejuelas y fiestas, en los que hay mucha soledad aunque uno esté rodeado de gente.
Los polémicos episodios que no podrán faltar en la serie de la veneno
Aunque La Veneno se esforzaba por sacarnos una sonrisa dando grandes momentos en televisión con sus frases fuera de tono (“¿tú quién eres, pedazo puta?”), entre palmetazos e historias de su “tiburón”, lo cierto es que su vida realmente era un drama.
En ‘Ni puta ni santa’, Cristina Ortiz cuenta cómo le llamaron Joselito nada más nacer, y cómo tuvo que huir de una casa en la que no aceptaban que fuese diferente a los demás, más femenina, más libre, y cómo tuvo que hacerse a sí misma.
Queremos ver a la Cristina humana, además de a la que nos hacía reír
Y aunque sus enfrentamientos en platós con Nova u otros personajes nos hicieron reír, será más interesante conocer a esa Veneno humana, que comenzó a vender bocadillos a las transexuales que hacían la calle con tal de acercarse a su propia realidad, pues en ellas veía un reflejo de sí misma.
Esa Cristina que llevaba caldito a sus amigas cuando estaban muriéndose como consecuencia del sida en el hospital, y que solo se podían dejar como herencia las unas a las otras su nombre o su esquina; de hecho, antes de ser Cristina, La Veneno comenzó a trabajar de prostituta como Tania, pero comenzó a llamarse Cristina cuando otra prostituta falleció.
Aunque era chula y muy burra, y podía abrirle la cabeza a otra prostituta con un ladrillo si era necesario, La Veneno era muy ingenua, y se dejó chulear por los hombres, quizá como consecuencia de esa falta de autoestima que siempre hubo tras su arrollador personaje. Esa mujer que se intentó quitar la vida muchas veces, que lloró mucho por no tener el amor de su madre, que solo fue feliz en el Parque del Oeste en vez de entre las cuatro paredes de un hogar.
Ligaba con quién le daba la gana, pero se le resistía el amor
En Veneno esperamos que los Javis recojan cómo una redactora de Esta noche cruzamos el Mississippi la descubrió en la calle, y cómo volvieron a contactar con ella hasta convertirla en “la musa de Pepe Navarro”, como ella misma se proclamaba. Cómo ligaba con quien le daba la gana (en vida, presumió de haberse acostado con Ricky Martin, y en sus memorias se habla del futbolista F.H., que muchos identificaron con una estrella del Real Madrid), pero cómo Cupido no le regaló nunca un romance feliz.
Queremos recreaciones de su época de luz, su etapa musical, sus peleas en platós con la cirujana Marisol, su trabajo en una serie con Alfredo Landa. Pero también es necesario conocer sus sombras, el infierno que sufrió junto a su novio Andrea, que le dejaba las cuentas a cero; una historia que terminó de la peor manera, con Cristina acusada por Andrea de estafar al seguro y con ella en la cárcel. Y aunque allí lo pasó mal, supo reinventarse, y resurgir cual ave fénix.
De momento, no sabemos cuál será el tono de la serie, pero sin duda, una comedia no puede ser, porque Cristina no lo tuvo fácil, y aunque era optimista, tenía más razones para llorar que para reír. Y es que, como dicen los creadores de Veneno, “como en cualquier vida, pero sobre todo en una tan intensa como la de La Veneno, los géneros se entremezclarán, variando en cada etapa de su vida. Veneno necesitará de todo tipo de géneros para ser contada. Porque ella fue un género en sí misma”.