Sálvame se ha convertido en una marca televisiva potente, capaz de abarcar cualquier formato. Tenemos el Naranja, el Limón y el Deluxe para magazines. Se han hecho realities como Sálvame Okupa y la Sálvame Snow Week. Tuvimos Las bodas de Sálvame, y próximamente, Mila Ximénez o Lydia Lozano (u otros) valorarán a aspirantes a estrellas en Sálvame Talent. Sin olvidarnos de aquel especial de Nochevieja en el que todos cantaban y bailaban, Sálvame Stars.
Y dentro del formato raíz, el Sálvame diario (Naranja o Limón) hemos tenido pinceladas de programas de temática social, hay coaching nutricional y deportivo, nostalgia televisiva, y hasta un concurso de belleza (¿alguien recuerda aquel concurso de Lady España?)
¿Qué será lo próximo, Sálvame: La serie? Pues no nos extrañaría. Y más, sabiendo que Kiko Hernández ha dado el salto como actor y que encabeza el reparto de una serie junto a Massiel, Antonio Resines y Kike San Francisco, del que ya se ha grabado el episodio piloto.
¿Por qué no monta Sálvame su propio culebrón?
En Sálvame, el que más y el que menos tiene tablas como actor. María Patiño, Matamoros y Belén Esteban salieron en la saga de Torrente, Jorge Javier Vázquez se centró en su faceta de actor y ha protagonizado diversas obras de teatro, Terelu Campos podría volver tras ser actriz en Paquita Salas, Jesús Manuel y Víctor Sandoval también son actores, Gustavo ha salido en videoclips, ahora Kiko Hernández también… Y sin olvidarnos de Paz Padilla, la más veterana de todos en esa profesión, a la que lleva un cuarto de siglo entregada y compaginándola con otros proyectos.
El que más o el que menos tiene tablas como actor
¿Se imaginan que en mitad del programa todos ellos nos recreasen una trama digna de una telenovela turca, de las que triunfan en Nova y Divinity? Total, no sería nada descabellado.
A inicio de los 90 desembarcaron las telenovelas latinoamericanas en España, y Cristal, Topacio y compañía desencadenaban un auténtico furor, y en muchos magazines o se emitían capítulos de las mismas, o se comentaba lo que se había pasado… o hasta se parodiaba.
Por ejemplo, María Teresa Campos en su Pasa la vida de La 1 protagonizaba un folletín llamado Amatista, pues una buena protagonista tenía que llamarse sí o sí con el nombre de una piedra preciosa. Una sección que llegó incluso a anunciarse como parte de los contenidos destacados del programa.
María Teresa Campos hacía una telenovela en 'Pasa la vida'
En Andalucía, por otro lado, vimos a Irma Soriano durante muchos meses meterse en la piel de la sufrida Niña Candela, una mujer que sufre porque el hombre al que ella ama no la quiere, y quien tiene como pretendiente no le gusta. Una seriecita en la que Irma llegaba a desempeñar dos papeles: el de Candela y el de su malvada hermana gemela mexicana, que era ella misma pero con una coleta postiza, para diferenciarse.
Así pues, ¿por qué no nos regala Sálvame su propia telenovela al más puro Kara Sevda o Erkenci Kus: Pájaro soñador? Sería una risa, seguro. Total, no puede ser mucho peor que otras secciones, como aquella de Rosa Pepi Quién Baila, con Rosa Benito haciendo coreografías, o cuando Lydia Lozano se montó su propio Tu cara me suena e imitó a Marta Sánchez, Barbra Streisand, Paulina Rubio o Antonio Flores, asesorada por Alejandro Abad.
Además, ya sabemos que en el programa cualquier excusa es buena para disfrazarse, o para montar una dramatización de hechos del pasado, como la pasada semana, cuando se recreó cómo pudo ser aquella nochevieja en Cantora en la que supuestamente dos amigas de Chabelita y Aneth se dieron a la pasión en pleno salón de la famosa finca.