El pasado miércoles se cerraban los equipos de La Voz Senior de cara a las semifinales, que comenzarán esta noche. Pablo López ha apostado por Enriqueta Caballero y Helena Bianco; Antonio Orozco por Juan Mena y Marcelo Gómez; Paulina Rubio por Xavier Garriga y Adriana Ceballos, y David Bisbal por Blanca Villa e Ignacio Encinas.
La Voz Senior está manteniéndose en audiencias, algo histórico porque ya sabemos que a la televisión no les gusta mayores. Las voces maduras de este país han encontrado su sitio en el prime time, nos dan lecciones de vida y de profesión (de la cual deberían tomar nota muchos triunfitos, para que descubran que no todo son entrevistas y firmas de discos en esta profesión).
Como seguidor del formato tengo el corazón dividido, y no sé cuál es mi talent favorito, cuál debería ganar. Y no solo porque es difícil juzgar cuál es la mejor voz en sí, sino que también es complicado no valorar el bagaje que tienen estas estrellas previo a su paso por La Voz Senior.
Enriqueta Caballero, la concursante con menos experiencia
De todos los concursantes que pasan a semifinales, me llama la atención Enriqueta Caballero. Con 61 años, es natural de Barcelona y es la que menos experiencia tiene: comenzó a cantar hace solo cinco años, y pasar por La Voz era un sueño por poder cantar con una banda detrás. Y sería hermoso que ganase y pudiera cumplir un sueño, despertar nuevas ilusiones en su vida como una nueva y madura estrella emergente en la música.
Sin embargo, también pienso todos sus compañeros, artistas veteranos que también sabrían aprovechar el título de ganador. Como Helena Bianco, que pese a ser una gran artista y haber vendido miles de discos con su grupo Los Mismos (y otras formaciones) nunca se las ha dado de nada, y ha concursado en otros formatos como Vivo cantando o Misión Eurovisión.
Antonio Orozco tiene Marcelo Gómez, un sevillano trianero que ama el soul, y que se ha curtido en hoteles, cruceros y orquestas, y que en la actualidad no tiene uno sino dos grupos en danza. También está en este equipo Juan Mena, barcelonés de 72 años, que se dedicó toda la vida a tocar el saxofón, y más tarde, a cantar. Dos perfiles que, por haberse dedicado toda una vida a la música, bien merecen el premio.
El reconocimiento a una vida dedicada a la música
Admito que, como fan de la televisión, tengo debilidad por Xavier Garriga, del equipo de Paula Rubio; aún lo recuerdo en Lluvia de estrellas, imitando a Ray Charles, cuya emulación fue tan buena que Antena 3 lo mandó a concursar a una versión internacional del concurso. Más tarde, continuó en televisión en Canciones de nuestra vida. Pretende ganar La Voz Senior como premio a su trayectoria, y es que siempre le ha acompañado la música, si bien no siempre se ha ganado la vida como músico profesional.
No menos hermoso sería que ganara Adriana Ceballos, que con 60 años, es la benjamina de la edición. Nacida en Argentina, es otra trabajadora nata que cuenta cómo ha tenido que amamantar a sus hijos en camerinos. No ansía fama o dinero, sino simplemente, superarse a sí misma.
Nos quedan, por último, Blanca Villa, que se ha recorrido todos los escenarios de España y que se ha codeado con Antonio Molina, Isabel Pantoja, Manolo Escobar, Marujita Díaz, Juanito Valderrama, Marifé de Triana o El Fary, entre otros artistas vinculados a la canción española. Ha grabado discos, ha hecho teatro, y todo lo que haya hecho falta; de momento, lo único que no ha hecho es llevarse el título de ganadora de La Voz, que merecido lo tendría de sobra.
Para el final se ha quedado Ignacio Encinas, que también sabe lo que es trabajar en la música. Ha recorrido medio mundo con su lírica, y que ha participado en La Voz Senior para demostrar que con 70 años un tenor puede tener todavía una voz potente (algo de lo que no ha dejado dudas). ¡Ah, qué difícil decantarse por uno, con lo sencillo que sería limitarse al típico que gane el mejor!