El contenido de Sálvame se nutre de la vida de los personajes famosos y no tan famosos. A todo le sacan punta, cualquier circunstancia es digna de comentar, o de parodiar de alguna manera. Muchas veces el programa ha tenido que leer sentencias por intromisión ilegitima en los derechos a la intimidad personal y familiar y el honor de personas como Andrés Fernández, el marido de Rosario Mohedano, la escritora Lucía Etxebarría o a Raúl Gordo, al que se señaló como amante de Makoke.

Es curioso que, con esos antecedentes, muchos colaboradores del programa luego critiquen la forma de trabajo del formato de La Fábrica de la Tele una vez que lo abandonan. Y uno de los últimos casos lo tenemos en Terelu.

La hija de María Teresa Campos ha generado noticias por la venta de su casa, de la que se subieron fotos a un portal inmobiliario. ”Hay cosas con las que se puede jugar, me puede parecer gracioso, pero frases que se han dicho, de personas que me conocen, no las entiendo”, decía el pasado sábado la hermana de Carmen Borrego.

Terelu pidió esta semana que hablen de ella "con cariño"

El pasado miércoles Terelu entró en directo en el programa, en son de paz, e intentando acabar con unos rumores que dicen que no quiere que se hable más de ella en Sálvame, y que quiere que la respeten“Os echo de menos aunque no os lo creáis… yo lo que quiero es que habléis de mí y con mi cariño” dijo.

No se puede elegir el tono del que hablan de ti

Terelu parecía nueva. Cualquier espectador (y no digo ya colaborador) sabe que en Sálvame no se puede elegir que hablen de ti o no, y que lo hagan con dulzura o con sarcasmo, cuando no mala baba.

La Campos no es la única que se ha olvidado de qué tipo de televisión le ha permitido ganar dinero durante mucho tiempo, qué reglas hay en el programa. También le pasa a Rosa Benito. En la primera entrega de Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition, en la que hacía de anfitriona, se sorprendió a ver a Belinda Washington, a la que parece que se la tenía jurada desde los tiempos del programa de corazón ¡Qué me dices!, que estuvo en antena entre 1995 y 1998. “Es verdad que Belinda hubo un momento cuando hizo el programa que hizo que hacía una televisión dura, donde te reflejabas ahí... y hacían a veces daño” explicaba a la cámara. Una definición que podría encajar perfectamente con Sálvame, programa al que ella perteneció siete años.

Rosa Benito en 'Ven a cenar conmigo'

Karmele Merchante también criticó al programa. En una entrevista a Jaleos este mismo año decía que Sálvame es “un programa que me ha machacado y del que no quiero ni hablar. Es una cadena que lo hace todo por la audiencia y le da lo mismo ser machistas o acosadores... Lo he sufrido trabajando allí y lo he denunciado” apuntaba, ignorando que el programa no cambió de tono a su salida, que cuando ella estaba allí ya era así. Que ella misma entró en el juego y por ejemplo intentó dinamitar la preselección de Eurovisión 2010 con su canción ‘Soy un tsunami’, que ella fue muchos años una de esas personas que molestaban a los demás para cobrar a final de mes.

Cuando dejan de trabajar, muchos excolaboradores ven el programa con otros ojos

La memoria también fue corta para María Teresa Campos, que este junio criticaba Sálvame en el programa de Toñi Moreno en Canal Sur. “Lo malo es cuando cogen a una persona y se ceban y pasan al insulto. Pero no es un día… y todo al servicio de que el programa venda”, explicaba, mientras decía que “algún límite debía haber” a la hora de hacer televisión. Como si ella no hubiera trabajado semanalmente en el programa durante muchos meses como defensora del espectador, o incluso en secciones de poco recorrido como ‘Apueste por una’. Sálvame ya era así, pero mientras estaba en nómina no había problemas.

Y no olvidemos a Raquel Bollo, que ahora ha vuelto a ser colaboradora tras unos años alejada del plató. En 2016, cuando no estaba en el magacín, llenó a decir que ella no es “una persona que pertenezca a la tele, no sirvo para esto, porque la televisión no me gusta nada y ni siquiera soy cotilla”. Pues para trabajar en Sálvame, lo disimulaba muy bien.