El Gobierno ya está contento con los informativos que consume cada día en TVE. José Antonio Álvarez Gundín, el recién estrenado jefe de informativos desde el pasado mes de noviembre, ha creado unos telediarios a la medida de Rajoy y su equipo. El objetivo se ha cumplido correctamente, pero la misión no termina aquí. Gundín se ha marcado la próxima diana: las corresponsalías.
A partir del próximo mes de abril se terminan algunos de los contratos de estas corresponsalías. Estos trabajadores tienen un trato especial respecto al resto de redactores de RTVE. Cuando se marchan fuera de España firman un contrato que suele tener una duración aproximada de dos años. Cuando firman este contrato, su puesto es ocupado por un nuevo trabajador en Torrespaña.
Los corresponsales firman un contrato de semi-directivos cuando se desplazan fuera de España que tiene una duración de dos años. Una vez pasado ese tiempo, los contratos se van renovando anualmente. En este turno de renovación, Gundín quiere aprovechar para remodelar por completo a parte del equipo que está desplazado.
Sería una buena oportunidad para colocar a parte de los trabajadores más afines a su ideología en una corresponsalía para así no poder tocarles de aquí a dos años si un nuevo Gobierno llegase a ocupar La Moncloa y, por lo tanto, nuevas ideologías entrasen en TVE. Con estos cambios, el PP se asegura que sus seguidores se mantengan dos años más en puestos de alta estima.
Los rumores corren como la pólvora por los pasillos de TVE. El primer nombre que ha sonado dentro de estos rumores ha sido el de Julio Somoano, actual director y presentador de El debate de La 1. Su nombre se postula como nuevo enviado a Londres o como nuevo presentador de Los Desayunos.
Como este, suenan otros movimientos dentro de la Corporación. La corresponsal de Lisboa, Sandra Urdín Zagasti, es una de las que más seguro tiene su salida el próximo mes. Sin embargo, no es el único cambio esperado para las próximas semanas.
Los últimos movimientos polémicos
Las corresponsalías siempre han sido un punto candente dentro de TVE a pesar de su aparente externalización. Anna Bosch fue una de las primeras en ser destituida a finales de 2012 después de tres años en Londres. “A dedo te mandan a una corresponsalía y a dedo te sustituyen”, llegó a declarar la periodista.
“Ella termina contrato en Londres. Se le ha ofrecido otra corresponsalía pero ha optado por reincorporarse de Torrespaña”, declararon desde TVE, sin dar más datos sobre el destino propuesto. Tal como este caso se actuará en los próximos meses en las distintas corresponsalías. Una vez terminado el contrato, la dirección de informativos de la pública puede tomar la decisión se moverles dentro de la Corporación a su antojo.
Los últimos bailes de corresponsales ocurrieron hace ahora un año justo en este mes de abril. En aquel momento Lorenzo Milá dejaba Washington para hacerse cargo de Roma. Carlos Franganillo dejó Moscú para ocuparse de la capital norteamericana. Luis Pérez dejó Hispanoamérica para ocupar el puesto de Franganillo en Rusia. Óscar Mijallo, de internacional, se ocupó del puesto de Pérez en Colombia. Sagrario García, Mascaraque se ocuparía de México dejando Cuba para el acuerdo que TVE mantiene con EFE. Marisa Rodríguez Palop abandonaba entonces la capital italiana para hacerse cargo de París. David Picazo, en Francia, volvió a Nacional en Torrespaña.