En ocasiones, el Universo enreda con la casualidad y los extraños puntos de conexión entre las personas. El mundo de la música se levantaba hoy con la triste noticia de la muerte de David Bowie. El camaleón, el Duque Blanco, desaparecía a los 69 años víctima de un cáncer que consumió su vida.

Lo hacia en la misma noche en que Lady Gaga, el camaleón femenino de la música para este siglo XXI se coronoba en Hollywood como la nueva reina televisiva gracias a su Globo de Oro por American Horror Story: Hotel.

A nadie se le escapa que Lady Gaga llegó a American Horror Story para heredar un papel diseñado a priori para la gran diva de la serie, Jessica Lange. Decadente, glamourosa, dueña del cortijo y con un halo de majestuosidad, divismo y poder que encajan como un guante en la cantante de “ArtPop” y en la doblemente oscarizada actriz.

Su perfección en el papel, cambiante pero reiterativo, de sus cuatro temporadas en American Horror Story han tenido recompensa. Durante toda su participación en la saga, Jessica Lange no ha fallado a la cita anual de los Premios de la Prensa Extranjera en Hollywood. Recibió el galardón a la mejor actriz por su trabajo en la primera temporada y resultó nominada por su actuación en la segunda, tercera y cuarta parte.

Precisamente, en esa cuarta temporada, Freak Show, Jessica Lange protagonizó los dos grandes momentos que la serie vivió ese año: dos actuaciones musicales. En ambos número, versionó dos canciones de David Bowie.

La primera performance de Jessica Lange recuperaba Life on Mars, un clásico en la discografía de Bowie que sirvió como inspiración para una serie de televisión británica, Life on Mars, un remake en Estados Unidos de mismo título y hasta una versión para el espectador español de la mano de Antena 3. La serie cogió por título otro clásico de la música, en esta ocasión en español, La chica de ayer.

La segunda actuación en American Horror Story supuso la despedida de Jessica Lange de la saga televisiva de terror más relevante de la década. La actriz decía adiós con el tema más icónico de Bowie, Heroes, dejando huérfano de diva a Ryan Murphy. El director buscó y buscó una sustituta a la altura. La encontró en la artista musical más influyente del nuevo siglo. Una camaleónica artista sin miedo al encasillamiento, al qué dirán.

El universo, de vez en cuando, tiene estas casualidades.