El sábado por la noche saltaban las alarmas. Mediante un tuit, la Policía pedía ayuda para localizar a la medallista olímpica Blanca Fernández Ochoa, de la que no tenían pistas desde el pasado 23 de agosto, cuando dijo que se iría a hacer una ruta senderista. Según informaban, Blanca viajaba en un Mercedes clase A de color negro y con la matrícula 0213CKD, que aparecía pocas horas después de la alerta en un parking de Cercedilla.
La misma noche de la desaparición, Sábado Deluxe cubría en directo la desaparición de la deportista madrileña de 56 años. Desde entonces, otros tantos programas e informativos han comenzado a exprimir el caso, informando al segundo de qué zona está rastreando la policía, dando cualquier información al respecto, entrevistando a cualquiera que conociese a la esquiadora.
Socialité, Viva la vida, numerosos programas de Telemadrid, Al Rojo Vivo, La Mañana, El programa del Verano o Espejo Público han centrado una parte importante de su contenido a hablar del tema.
Desaparición de alto riesgo
La de Blanca Fernández Ochoa se trata de una desaparición de alto riesgo, y por ello, las cadenas deberían tener un especial cuidado, y no pecar de sensacionalistas en el seguimiento. Ya el sábado, en el Deluxe, se veían algunas declaraciones desafortunadas; la deportista Coral Bistuer accedía a entrar en directo y hablaba de Blanca en pasado, al igual que alguno de sus colaboradores.
En El programa del Verano, tampoco auguran un buen desenlace en la historia. En una conexión en directo con Felipe Gutiérrez, un amigo de la deportista, se afirmaba que “Si Blanca está viva, no está aquí”, en referencia a la zona en la que la buscan. “Si sigue en la sierra es porque ha sufrido un accidente”, añadía.
A pesar de todo, desde la familia han recibido con cariño el interés mediático de la desaparición. “A los voluntarios y a la prensa gracias por estar aquí” decía la hermana de Blanca este mismo lunes. “Estamos emocionados y esperanzados, esperamos encontrarla”.