Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer. Después de haber portado en el pasado el lazo naranja en defensa de RTVE en numerosas ocasiones, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha vuelto a despreciar a la radiotelevisión pública.
Lo hacía ayer cuando el Comité Electoral del PSOE hacía público que Sánchez sólo participará en un debate televisivo con los aspirantes de las otras cuatro principales fuerzas políticas el 4 de noviembre, justamente el día propuesto por RTVE, pero en el comunicado no hacía referencia a la cadena pública.
Es decir, que al no nombrar específicamente a TVE, la cadena que pagamos todos los españoles, los socialistas abrían la puerta a que pueda organizarlo otro grupo de comunicación, o la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión y el Audiovisuales.
Sánchez también ha declinado participar en dos cara a cara
De hecho muchos han interpretado que al hablar de ese debate como de “carácter neutral”, el PSOE está ya decantándose porque este encuentre sea organizado por un “ente neutral” como la Academia de la Televisión.
Asimismo, Sánchez también ha declinado participar en los otros dos cara a cara que le había propuesto la radiotelevisión pública: uno con Pablo Casado y otro con Pablo Iglesias.
De esta forma, Sánchez vuelve a despreciar por partida doble a RTVE después de que el pasado abril también menospreciara a la televisión pública hasta en otras dos ocasiones. Primero el presidente optó por el debate a cinco que le había ofrecido Atresmedia porque “quería debatir con VOX” y eso no se podía hacer en la televisión pública, según explicó entonces la Vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.
Este hecho llevó a que los Consejos de Informativos de RTVE denunciaran que el Presidente del Gobierno no quisiera participar en el debate propuesto por la Corporación e iniciaron una recopilación de firmas para que el político aceptara su debate.
Finalmente, después de que el debate de Atresmedia tuviera que ser readaptado a cuatro por una decisión de la Junta Electoral y tras las presiones recibidas, Sánchez se quedó sin excusas para no acudir al debate de la radiotelevisión pública y declinó la oferta de Atresmedia.
El papel de Rosa María Mateo
Sin embargo, el hecho de que Rosa María Mateo accediera a las pretensiones del Gobierno de celebrar el debate de RTVE el 23 de abril para así hacerlo coincidir con el de Atresmedia y que ésta tuviera que cancelarlo, hace que el grupo privado mantenga su debate.
La decisión, sin embargo, no gustó a los profesionales de RTVE que mandaron un comunicado a los medios en el que instan a la dirección a mantener el debate el lunes 22 de abril porque consideraban que se estaba cuestionando la independencia de la radiotelevisión pública.
El hartazgo de la plantilla fue tal que los trabajadores decidieron que ese viernes era hora de volver a negro. “Nos vestimos antes de negro pidiendo el consenso de todos los partidos para que nunca RTVE estuviese al servicio del gobierno y mañana, contra la decisión de Rosa Maria Mateo de poner RTVE al servicio del gobierno. Soy independiente y lo defiendo contra el que sea. #ViernesNegro”.
Al final no hizo falta. Sánchez reculó y aceptó debatir el lunes 22 en RTVE y el martes 23 de abril en Atresmedia. Se cerraba así una crisis de imagen para la radiotelevisión pública y el segundo desprecio del presidente a la televisión de todos en menos de dos semanas.