“Yo tuve una niñez pobre, pero no era infeliz, era solamente pobre”. Así empezaba este martes la curva de la vida del Maestro Joao durante la gala de los martes de Gran Hermano VIP 7. Lo que pocos se esperaban es que el vidente, y antigua estrella del transformismo, fuese a contar un triste episodio de su infancia.
“Empecé a trabajar a los 13 años y me fui a la vida… Había una persona que era un poco conocida y esa persona abusó de mí. Yo tenía 14 años y él unos treinta y tanto, se dedicaba a la canción. Falleció hace tiempo”, explicó, aportando datos como que ocurrió en “la calle General Ricardos, en aquel sitio, que era un sitio muy oscuro… Entré en un sitio muy oscuro y me empujó, nunca he relatado ese hecho a nadie… Yo llevaba un peto vaquero con un blusón encima”.
Además, explicó que ha cometido “todos los excesos” y que le gustaba probar de todo. “Sí, he tenido problemas con las drogas, yo he llegado a desayunar whisky…” añadió.
Noemí, la concursante mueble de la edición
En Límite 48 horas, además, Estela se salvó de la expulsión, y se vivió por primera vez una votación según la cual los espectadores elegirían al concursante “mueble” de la edición, es decir, aquellos que no se mojan en las discusiones, que siempre está en un segundo plano y que no tiene un peso relevante en la vida dentro de la casa de Guadalix.
Con más de 200.000 votos registrados, se anunció que los finalistas de esta competición eran Gianmarco y Noemí, y al final, la reina del brilli brilli acabó ganando el título de “mueble” oficial de GH VIP 7.
A la participante no le sentó bien este galardón. “Estoy siendo yo. Cuando hay un conflicto saco la cara. Me posiciono cuando me tengo que posicionarme. No lo entiendo” afirmó, añadiendo que a veces se bloquea. “No sé cómo se ven las cosas fuera de aquí. Es la primera vez que estoy sola sin mi familia. Intentó participar en todo. Me duele”, concluyó entre lágrimas.