Con tan solo 18 años, Leticia Dolera dejó su Barcelona natal para entrar en las aulas de Al salir de clase. Después vendrían ficciones como Hospital Central, Los Serrano, Guante blanco, Bajo sospecha, o ya en el cine cintas como Semen, una historia de amor, Spanish Movie, REC 3 o La novela. También debutaría como directora con Requisitos para ser una persona normal, donde también firmaba el guión junto a Manuel Burque.
Y precisamente junto al gallego firma Vida perfecta, la serie que este viernes estrena Movistar y que no ha estado exenta de polémica después del polémico despido de la actriz Aïna Clotet, lo que incluso llevó a sus responsables a cambiarle de nombre -antes era Déjate llevar- para así borrar todo rastro de este episodio.
Por estas y otras cuestiones hemos preguntado a la actriz y directora catalana que afirma que "la vida tiene luces y sombras y contradicciones".
Vida Perfecta es la primera serie que diriges y antes que llegue a Movistar ya está siendo todo un éxito de crítica. ¿Cómo lo recibes?
Me siento muy agradecida y contenta. Soy muy consciente que podría haber puesto el mismo esfuerzo y el mismo amor y que no hubiera salido bien y que no conectara con el público y la crítica.
Tenía la necesidad de trabajar desde la libertad y Movistar te da mucha libertad creativa
Un título, Vida perfecta, muy opuesto a la vida que llevan las tres protagonistas...
Crecemos con unas expectativas y con una proyección de ideas de lo que es la familia, la felicidad, el sexo, la amistad, la maternidad o la paternidad. Pero, ¿qué pasa cuando estas ideas las bajas a la tierra, las vives y las experimentas? ¿Te hacen feliz como esperabas? ¿Las quieres cambiar y modificar? La serie te dice que sueltes la vida que tenías pensado vivir y abraza la que estás viviendo. Nada que ver con ser conformista, sino en aceptar y en ser flexible.
¿Cómo fue el germen de todo? ¿Quién llama a quién?
Fui yo quién llamó a la puerta de Movistar, con una idea y con cuatro folios y me dijeron que no. Luego me fui a mi casa y escribí el piloto. Y estuve casi un año con el piloto y escribiendo la primera biblia, donde se veían el arco de personajes y los temas de los capítulos. Luego llamé a Manuel Burque (guionista) y estuvimos dos años trabajando intensamente.
¿Siempre tuviste claro que tenía que ir a Movistar? ¿No se hubiera podido emitir en una generalista?
Hace cuatro años las generalistas no la hubieran querido. Pero, además, yo tenía la necesidad de trabajar desde la libertad y Movistar te da mucha libertad creativa donde no te imponen una cara conocida, no entran en la sala de montaje. Lo agradezco mucho porque quizás no te puedan gustar las obras, pero éstas tendrán la personalidad del autor.
¿La Vida Perfecta de Leticia Dolera es llegar a estrenar una serie y una película antes de los cuarenta?
No, ¡para nada! Existe la vida que está llena de altos y bajos. Existe la luz y las sombras, las contradicciones, las alegrías y las penas. Además, he tenido que luchar mucho para que se estrenara la serie. Han sido cuatro años de mucho esfuerzo.
Muchos nos podemos sentir reflejados con las tres protagonistas. ¿Has querido reflejar lo que sucede en tu entorno?
La serie nace de preguntas que me hago y con las preguntas intelectuales que nos hacemos, sobre cuándo se supone que tu vida tiene que estar asentada o cómo nos tenemos que relacionar entre nosotros, o de qué nos da miedo hablar. Las tres chicas hablan de mí, pero también hablan de mi entorno.
¿Habría posibilidad de una segunda temporada de Vida Perfecta?
Se podría llegar a hacer. Esta es una serie que no se centra en la trama y en la peripecia, sino que pone la mirada en los personajes y en lo que estos aprenden con la vida. Quise hacer una primera temporada donde cada capítulo tuviera una estructura de mini peli con tres actos y una temática propia pero que toda la serie en global tuviera una estructura de película
Cuando llevas cinco años diciendo cosas que molestan, está claro que el sector tendría el cuchillo afilado
¿Tienes la impresión que se estaba esperando a que patinaras con la serie para volverte a linchar?
Cuando llevas cinco años diciendo cosas que molestan y, uno de los temas que defiendes es que el relato cultural tenga la mirada de las mujeres para que sea un relato completo, poniendo cifras de la desigualdad en las mujeres guionistas o directoras, está claro que luego tendría al sector poniendo, más que la mirada, el cuchillo afilado. Pero para que las mujeres tengamos una igualdad real, las mujeres tendríamos que tener el mismo derecho que los hombres a equivocarnos y también tener el derecho a ser mediocres.
Otra de las críticas que recibiste mucho antes de rodar la serie fue la polémica con Aïna Clotet. ¿Cómo la viviste?
Lo viví apoyada por un equipo humano espectacular de 80 personas. Todos teníamos claro que no se había discriminado a nadie por una cuestión de género ni embarazo. La gente que vea la serie reconocerá el papel que tenía que hacer Aïna y entenderán que no lo podía hacer. No solo sufrí yo sinó que sufrió todo el equipo.
¿Y en qué punto estáis?
En ninguno, no hay demanda. Fue un tema público donde hubo un comunicado y un linchamiento.
Una de las sorpresas de la serie es el papel de Gari (Enric Auquer). ¿Crees que este papel lo debería haber hecho un actor con discapacidad intelectual?
Me lo planteé muchísimo, pero cuando Enric hizo el casting cerré los ojos y vi a Gabi. Encajaba con el personaje que pensé durante estos años. Los amigos de Gabi sí que están interpretados por personas que tienen una discapacidad intelectual real.
Cuando hice Al salir de clase no tenía ninguna perspectiva de la lucha de género
Hace 19 años te diste a conocer en Al salir de clase. ¿Cómo recuerdas esa etapa?
Fue una experiencia increíble, era la primera vez que vivía sola, era la primera vez que vivía fuera de Barcelona, era la primera vez que me sentía actriz profesional.
En la serie dabas vida a Ángela, una chica que se revelaba contra el control de su hermano y luchaba por su libertad. ¿Qué queda de esa chica?
En ese momento no tenía ninguna perspectiva de la lucha de género y ni se me pasaba por la cabeza. Si en ese día, con 18 años me hubieran dicho que estaría presentando mi propia serie estaría flipando. Después de todo ese tiempo queda todo lo aprendido y vivido. Aunque cuesta cambiar.
Si te pregunto por los futuros proyectos, seguro que me dices que no me puedes contar nada...
Es que es cierto, estoy escribiendo pero no me lo dejan decir.