Le pusieron McDreamy y nadie ha podido discutirlo en sus casi 11 temporadas de vida. Derek Shepherd fue y será desde el capítulo 1 de Anatomía de Grey el hombre perfecto, el hombre de tus sueños. Creado para que te enamores irremediable y locamente de él y, ahora, pretenden que lo dejemos ir, como si nada hubiera pasado. Atractivo, romántico e inteligente, un dios de la neurocirugía. ¿Cómo no caer rendidos? No es "solo un chico en un bar". Era nuestro chico del bar. Hoy, desde luego, no ha sido un buen día para salvar vidas.

Me aventuro a decir que no soy la única que está de luto. Luto por el personaje, pero también luto por mi juventud. Diez años de mi vida en los que tener a Shepherd era algo seguro mientras el resto giraba a una velocidad extrema. Todo para que Shonda se lo ventile sin pestañear y sin dejarme asumir que ha desaparecido, como tantos otros personajes despedidos con más pena que gloria en esta serie.

El de Patrick Dempsey no era un personaje más

Pero el de Patrick Dempsey no era un personaje más, Derek ha estado presente en muchos momentos de mi vida y de las vuestras porque una década da para mucho. A algunos nos pilló terminando el instituto, yéndonos de casa, estudiando una carrera, enamorándonos, desenamorándonos, haciendo nuevos amigos, trabajando, saliendo de fiesta... Pasara lo que pasara, al volver a la habitación encendíamos el ordenador y ahí estaba él con su pelo perfecto, su sonrisa y su mirada triste y dulce. A él también le costó lo suyo encontrar el equilibrio, pero ¿quién lo necesita en un culebrón de hospital?

Sin Derek nada va a ser lo mismo. No se puede comparar con otras despedidas como la del doctor Burke,  George o Izzie, ni siquiera cuando recientemente se fue Christina Yang. Y, Shonda, no puedes ni debes cargártelo como si mataras a un secundario con esa fea sucesión de coche mal posicionado, móvil que suena, sonido de camión, cara de terror y un fundido a negro de esos tuyos. Hasta fue más emotiva la muerte de Sloan o la de Denny Duquette con esa escena de Izzie abrazada a él en la cama de hospital con el vestido para el baile -una auténtica imagen 100% de Anatomía de Grey-. Eso me ha faltado en este episodio, no esperaba menos. Y me llevo mucho menos.

McDreamy era el alma del romance sobre el que giraba la serie (aunque Shonda nos lo ha ido robando lentamente a lo largo de esta temporada) porque, admitamos, a Meredith Grey le hace falta un chute de emoción, de ilusión, de ganas de vivir. Pese a ello, recurro a una de sus frases finales: "puedo vivir sin Derek Shepherd, pero no quiero hacerlo". Me parece, querida Grey, que vamos a tener que hacerlo tú y yo -y todos los fans de la serie-. Queramos o no.

¿Qué tipo de personaje va a ser el que pueda entrar después de esto en el corazón de Grey?

Y una imagen extraña se me pasa por la cabeza. ¿Qué tipo de personaje va a ser el que pueda entrar después de esto en el corazón de Grey? Nos han hecho creer durante 10 años que no hay otro hombre que entienda a la protagonista como lo hacía Derek. Será muy raro ver a otro besándola o consiguiendo un gesto romántico de la reina de la frialdad que ahora, además, es una madre joven, viuda y, encima, cirujana. 

Vale, le digo adiós a Derek pero... ¿es este tu mensaje anti finales felices, Shonda? ¿Me estás diciendo que me olvide de comer perdices? Que me puedo tirar una década luchando por un amor, que él parecerá inmortal (recordemos la de veces que Derek ha podido morir y no lo ha hecho), y que, cuando más claro vea mi futuro perfecto con él, ¿morirá?

Y, aunque seas la señora que ha creado a Olivia Pope, tengo que enfadarme. Estás jugando con los sentimientos de millones de personas que siguen una ficción –tranquilos, no me olvido de que lo es- y que la han convertido en parte de su realidad. Tanto que, desde que he visto el episodio, la muerte de Shepherd ha sido un tema recurrente en mis conversaciones.

La recuerdo de vez en cuando a lo largo del día y hasta me he sorprendido estando verdaderamente afectada. Dolida. Indignada y mosqueada, más que nada. No había necesidad de hacerlo y menos de hacerlo así. Entonces surgen las preguntas. ¿Por qué no le has dejado despedirse de Meredith? ¿Por qué no le has mandado a su hospital para morir rodeado de los suyos? ¿Por qué le has matado de esa forma tan cruel? ¿Por qué has hecho que nos enamoremos más todavía en estos 40 minutos de superhéroes para luego cargártelo?¿Por qué no han avisado a Amelia, su hermana, para que haga uno de sus milagros? Pero... la pregunta es más sencilla:  ¿Por qué lo has matado?

Y de paso, ¿se nos está yendo de las manos esto de las series?

P.D. Derek, no te olvidaremos.