Las nominaciones a la séptima edición de los Premios Feroz, los galardones organizados por la Asociación de Informadores Cinematográficos (AICE) para premiar lo mejor del cine y la ficción, no ha dejado indiferente a nadie. Y es que el ninguneo a la ficción en abierto ha sido más que evidente.
Esto ha hecho que se abra en redes sociales un sano y necesario debate entre creadores y periodistas sobre el presente y futuro de estos premios y, más teniendo en cuenta que la Academia de Cine se planteó hace unos meses premiar la mejor serie en los Premios Goya.
Muchas organizaciones tienen comités de selección para que un primer corte refleje consensos
Uno de los más duras contra este ninguneo ha sido el creador de La que se avecina, Alberto Caballero, quien acudió a redes sociales para expresar su opinión al respecto. “¿A alguien le extraña? Lo mejor es que hay nominadas cinco series dramáticas y solo tres comedias... Se ve que los chistes ya los ponen ellos. Aquí un mensaje de la ficción en abierto: nos la suda”, escribía.
“Una idea: una gala sin chistes, puro drama. Los presentadores intentan hacer llorar al público, emocionarlo con un guión seco, sin concesiones. Algo serio, vaya”, proponía Carlos López, guionista de series como Hache, Tiempos de guerra, La embajada o El Príncipe.
Caballero se refería a que las nominadas a mejor comedia han sido sólo tres: Paquita Salas, Vota Juan y Vida perfecta. No obstante, esto se debe a que en el caso de que compitan 15 o menos obras por un galardón, el número de nominados será tres.
El mejor análisis de esta situación lo hacía, sin duda, Concepción Cascajosa, profesora de la UC3M y columnista de El País. “Cualquier pretensión de que puedan ser algo más que una fiesta donde la gente hace discursos borracha se anula desde el momento que un premio de criterio especializado muestra ausencia de criterio porque, sencillamente, no se ven las series que corresponden juzgar, y que no son las que ponen en su aplicación ni las que mandan las plataformas”.
“Para decir que una serie es la mejor o más inteligente del año hay que haber visto con lo que se la compara. Si no, ese juicio no tiene valor, supone ausencia de criterio, incluso cuando se premia algo que merece ser premiado. Muchas organizaciones tienen comités de selección para que un primer corte refleje consensos y evite ausencias clamorosas (en España, hay varios premios televisivos que lo hacen)”, continuaba.
En este sentido, por ejemplo, hay académicos que optan por no votar en la primera fase de las votaciones al no haber visto un número adecuado de series y películas que corresponden juzgar.
La endogamia del sector
Por último, Cascajosa criticaba la endogamia del sector, algo que se podía ver que quedaba patente hace unas semanas cuando Movistar lanzaba una promo con críticas sobre La Peste y en ningún momento hacía mención a la de algún portal especializado en televisión.
Dentro de los socios de la AICE no hay sólo críticos del séptimo arte
“Mi problema con estos premios Feroz no es la ausencia de las cadenas generalistas, o no como tal o por una serie u otra (aunque hay dos casos de estreno bastante evidentes), sino la miopía, endogamia e impresión de colegueo chusco que se deriva de esas nominaciones”, zanjaba.
No opina igual la periodista Mariola Cubells, que no ve “dentro de los Feroz ni lobbies ni favoritismos absurdos. Las normas que existen para formar parte son más que razonables. El debate, eso sí siempre, es bienvenido”.
Y propone algo que cada vez más miembros de la asociación piden. “He reclamado, eso sí, cambiar ‘informadores cinematográficos por ‘informadores audiovisuales’”, teniendo en cuenta que dentro de sus socios no hay sólo críticos del séptimo arte.
Mientras, Mikel Labastida escribe en Las Provincias que “los periodistas también somos humanos -a veces- y cuando toca elegir no siempre acertamos. Tampoco deberíamos elevarlo a la categoría de drama. Si hay que entonar el mea culpa se hace. Malaka bien lo merece”.