La sorpresa saltaba hace dos años. Después de más de siete años trabajando para Bambú Producciones, productora que por entonces trabajaba en exclusividad para RTVE y Atresmedia, Paula Echevarría emprendía un nuevo camino profesional firmando con Mediaset España.
La oferta era tentadora ya que la actriz no sólo se convertiría en una de sus estrellas televisivas, sino que le permitiría hacer algo que añoraba desde hacía algún tiempo: hacer cine. Y nada menos que de la mano de Gracia Querejeta y Maribel Verdú.
Solamente por ver una vez más a Alberto y Ana juntos, merecerá la pena
De ahí que su vuelta a Velvet Colección sea especialmente relevante ya que, a la vez que retoma el papel de Ana Ribera, la asturiana vuelve a trabajar para Bambú y es su primer proyecto fuera de la órbita de Mediaset.
¿Volverá a trabajar con ellos?¿En qué punto está su relación con la compañía de Paolo Vasile? De éstas y otras cuestiones hemos hablado con ella con motivo del estreno del episodio final de Velvet Colección en Movistar
¿Cómo fue esa llamada para que retomaras el papel de Ana Ribera?
Fue una llamada de: ¿Te gustaría…? Y yo: ¡Sí! A Ana Ribera y a Velvet siempre ha sido sí. En teoría había terminado ya en la primera fase y me llamaron para ceder el testigo a Velvet Colección y lo hic. Y si me llaman para cerrar, por supuesto.
¿Te llamó Ramón (Campos)? ¿Teresa (Fernández Valdés)?
Creo que Teresa habló con mi representante para tantear fechas porque era todo el mes de julio. Y cuando le dijo que sí, Teresa me escribió diciéndome: “¡Qué ilusión! Solamente por ver una vez más a Alberto y Ana juntos, merecerá la pena”.
¿Y cómo fue la entrada en plató?
Un flash. Hacía muchos años que no estaba en ese plató. Velvet Colección era otro decorado, otras galerías… Volver a ese despacho de Alberto, a esos pasillos de las galerías, las habitaciones… Era como tener un deja vu todo el rato.
No hay más proyectos con Bambú. No les voy a presionar
¿Y el reencuentro con Miguel Ángel Silvestre?
Genial. Muy bien. Con Miguel, con Adri, con Ceci, con Marta… Tenemos un código establecido entre personas y personajes. Yo puedo quedar a cenar con Miguel Ángel, o con Martita para comer, pero es diferente a cuando me los encuentro vestidos de esos personajes.
¿Cuánto has llorado en la última escena?
Estaba super emocionada cuando lo rodaba y cuando ví el último capítulo. Pero la última escena que se ve no es la que rodamos. La última escena la rodé la noche anterior que nos dieron las dos de la mañana.
¿Vuelves a Bambú con Velvet Colección tras dos años de separación. ¿Hay más proyectos sobre la mesa?
No, de momento no. No les voy a presionar (risas). Hay mucha gana y mucho cariño. Tere y Ramón son amigos y vivimos una transición juntos muy bonita. Cuando empecé a trabajar con ellos era mi vuelta a la televisión: había sido madre, había estado un año parada… Y con ellos enganché un camino que terminó hace dos años con Velvet. Estuve ocho años seguidos trabajando con ellos mano a mano y en ese tiempo crecieron mucho como empresa y lo vivimos juntos. Y eso une mucho.
¿Podrías trabajar con ellos? No sé si tienes exclusividad con Mediaset España…
Sí, si podría. Puedo trabajar con plataformas digitales.
¿Cómo fue la decisión de irte a otro grupo? ¿Fue por el cine?
En gran parte, sí. A mí el grupo de Telecinco Cinema me parece que hace muy buen cine, lo promociona estupendamente, hace cosas interesantes... Ahora estoy en una película que es la más taquillera (Si yo fuera rico). Y para mí era interesante acercarme a esa otra rama. Estoy muy contenta de todo lo que he hecho con ellos. Tanto eso como la miniserie (Los Nuestros 2), que era otro registro para mí. Han sido cosas muy interesantes. Y tengo dos miniseries con ellos, que ojalá sigan adelante. Una de ellas tenía que haber empezado en septiembre, pero se ha ido retrasando. Y la otra es una miniserie de seis capítulos que es un proyecto precioso con un personaje precioso. Ojalá salga adelante.
Tengo una miniserie de seis capítulos basada en hechos reales
Una es la de Sonsoles Ónega y la otra.. ¿está basada en otro libro?
No te puedo decir nada más….
¿Qué tal te llevas con Carme Chaparro?
Muy bien. ¿Lo dices por su libro? No, no. Me encantaría. Adoro a Carme. No es No soy un monstruo. Es otra historia. Son hechos reales.
¿Tienes algún proyecto profesional más? ¿Cine?
No, no. Ahora mismo no. Hay una película por ahí, pero no puedo decir que sea proyecto.
Se habló de que estarías en la última cinta de José Luis Garci…
Sí, pero me coincidió con el rodaje de Ola de crímenes y se me solapaban muchas fechas. Con Jose Luis tengo muy buena relación. Hace poco fuimos Versión Española porque se emitió Luz de domingo y nos hacía gracia porque me decía que todo el mundo se creía que estaba en El Crack. Me llegó a mandar el guión, pero se retrasó y se solapó con lo otro. Pero, yo le digo que sí prácticamente sin mirar. Ya le he dicho que haga una más para hacerla conmigo.
Cuando un director te quiere, te quiere. Le da igual si estas en una portada.
¿Es duro no poder trabajar para dos grupos de comunicación?
Ha sido duro durante varios años. Pero ahora con el mundo de las plataformas todo se ha abierto.
¿Has notado profesionalmente la irrupción de las plataformas?
Sí, lo que pasa es que no siempre todo vale. Hay mucho más movimiento.
Cuando te conviertes en personaje de revista o de redes sociales. ¿Tienes que demostrar más como actriz?
No te voy a decir que no. He tenido la suerte que llevo muchos años trabajando y no me han faltado proyectos. Ahora estoy en un momento de stand by para tomarme las cosas con calma y leer proyectos con calma. Cuando un director te quiere, te quiere. Le da igual si estas en una portada. Tú no controlas las veces que sales o no. Quizá más el público sí tiene más reparo. Pero todo está tan ligado en el mundo audiovisual que hay que ir acortando fronteras.
Tampoco das pie concediendo entrevistas a revistas del corazón…
No, no. Yo puedo hacer photocalls, pero no es el medio en el que yo me muevo.