Después de una ansiada espera de años, Netflix llegaba a España en octubre de 2015 con una gran aclamación por parte de la industria y los medios de comunicación que veían en su aterrizaje nuevas oportunidades para el sector audiovisual.
Sólo uno meses después, a finales de marzo de 2016, la plataforma anunciaba su primera producción original filmada íntegramente en nuestro país (Cable girls) de la mano de una de las productoras más respetadas: Bambú Producciones.
Netflix se estrenó en España con relativo éxito gracias a 'Las chicas del cable'
No obstante, antes del estreno de Las chicas del cable en abril de 2017, la compañía se hacía con los derechos de Paquita Salas y en julio de 2016 estrenaba su segunda temporada ante la aclamación de sus fans y la prensa.
Aparentemente -ya que la plataforma no ofrece datos de audiencia de sus series-, Las chicas del cable también contó con el favor de la audiencia y, por qué no decirlo, de la prensa. Pocas fueron las críticas negativas hacia la ficción.
Sin embargo, fue precisamente con aquella serie con la que Netflix demostró cuál iba a ser su estrategia para crear percepción de éxito de sus productos: anunciar renovaciones de temporadas aunque ya estuvieran firmadas desde un principio.
Y así pasó de comunicarse que Las chicas del cable contaría con una temporada de 16 episodios, a decir que su primera temporada tendría ocho episodios para después anunciar una renovación por una segunda temporada.
Lo mismo ocurriría más tarde con Élite. Sin embargo, la ficción de Carlos Montero y Darío Madrona no necesitaba este tipo de estrategias ya que en sus primeras semanas se había convertido en uno los show más populares a nivel mundial.
La prueba de 'Alta Mar'
Su gran prueba de fuego llegaba este año con Alta Mar, su segunda serie con Bambú y para la que parece que no se había escatimado en gastos. ¿Estaría a la altura? ¿Conseguiría ser un ‘éxito’ como sus dos anteriores producciones?
Sin embargo, al igual que ocurriera con el Titanic, el Bárbara de Braganza hizo aguas. Sin la posibilidad de comprobar sus datos de audiencias, sólo había que echar un vistazo al recibimiento de la prensa y a la endeble promoción de la plataforma para darse cuenta que estábamos ante un gran tropiezo.
'Hache' ha pasado sin pena ni gloria por nuestra televisión
Después se intentaría salvar este traspié 'renovando’ la serie por hasta tres temporadas más. Sin embargo, a finales de año, cuando la plataforma ha revelado sus programas más populares en España, Alta Mar ha conseguido una octava posición.
Y ni qué decir de Hache, una serie que ha pasado sin pena ni gloria por nuestra televisión (ni premios, ni nominaciones) y que cerraba la lista de series más populares de la plataforma o, lo que es lo mismo, siendo una de las diez series que han visto más número de cuentas durante al menos dos minutos.
Y lo mismo ocurría con la miniserie Días de Navidad, que a pesar de contar con una crítica muy positiva, tampoco ha conseguido hacer demasiado ruido en medios de comunicación y redes sociales, que es donde realmente a la plataforma le gusta triunfar.
En el lado contrario, por supuesto, nos encontramos con La casa de papel, el gran éxito de la plataforma no sólo en España sino a nivel mundial. Y es que 24 millones de cuentas alrededor del mundo terminaron la tercera parte en una sóla semana.
En resumidas cuentas, Netflix se ha convertido en un actor más de la industria española, con sus éxitos y sus fracasos. Ahora sólo queda que esa parte de la prensa tan habituada a quedar cegada por los productos de las plataformas, dejen de comprarles el discurso publicitario y empiecen a hablar de sus productos no sólo como éxitos sino también como fracasos. Por aquello de ser un poco simétricos con el resto de operadores.