Ya he podido ver Fear The Walking Dead. Se trata de uno de los estrenos más esperados del año. Sólo el nombre de la franquicia facilita su venta internacional, pero también crea una expectación que hay que cumplir con creces. El capítulo ha tenido que viajar desde EEUU a España. Y he visto celebrities que piden menos caprichos para viajar. 

No ha sido de los que piden una bañera de leche en el camerino o de los que exigen Moët Chandon como único refresco en el frigorífico. Por suerte, el capítulo no ha tenido que venir escoltado en un maletín con esposas. Esta vez todo ha sido online, pero la seguridad en torno a su filtración daba más miedo que su contenidos.

El capítulo se emitirá en España el próximo 23 de agosto, a la vez que en EEUU, a altas horas de la madrugada en AMC. Para los que no son tan enfermizos, la cadena lo repondrá al día siguiente en prime time. Todo subtitulado, en HD y con un lazo de regalo que hace de Fear The Walking Dead la gran apuesta de la cadena desde su nacimiento el pasado año en España.

Pero habrá que hablar de lo que nos encontraremos en Fear The Walking Dead. Sin spoilerar. La serie es completamente diferente a su madre. En esta ocasión no veremos supervivencia, sino miedo. El temor a ver cómo se van destruyendo los valores y las instituciones de una sociedad que parecía inquebrantable. Mientras en The Walking Dead ya no tenemos sentimientos cuando vemos la muerte de un zombi, en esta ocasión nos enseñarán la transformación interna que sufre uno cuando tiene que matar a su vecino o a su mejor amigo.

El escenario será completamente diferente. Nos instalamos en Los Ángeles, una ciudad creada especialmente para ser un plató de televisión. Cada rincón es perfecto para esta serie. Una ciudad gris y sucia pero viva al mismo tiempo. Veremos gente, y eso ya diferencia mucho esta ficción de su precursora. Veremos manías, errores humanos, amores adolescentes y familias desestructuradas que tendrán que aprender a vivir en un nuevo ecosistema.

Una serie que no es tan de nicho para el amante del género de terror

Fear The Walking Dead ha sabido que para venderse bien tenía que usar el nombre de la serie de zombis por excelencia. Sin embargo, podría haberse llamado de otra forma completamente distinta porque son proyectos muy diferentes. Una serie que no es tan de nicho para el amante del género de terror. El zombi deja paso a las personas como protagonistas.

Y es que veremos muy pocos zombis en Fear The Walking Dead. Los guionistas saben que estamos deseosos de sangre y jugarán con nuestras ansias durante todo el capítulo piloto. Pero tranquilos, que nadie se quedará sediento con esta ficción. Si hay algo que asemeja a ambas ficciones es su manera de contar las cosas, sin prisas y sin monotonía. Constante y efectivo.

Durante los 60 minutos que dura el primer episodio tendremos muchos típicos momentos de “no está pasando nada”. Pero, en conjunto, Fear the Walking Dead cuenta muchas cosas. Mucho segundo plano cubierto que se disfruta con un segundo visionado. Mucha conversación con doble sentido. Fear The Walking Dead es una serie de culto, una serie de premios con excelentes actuaciones y una serie blockbuster que arrase en audiencia. Un todo en uno muy acertado.