"La única razón por la que has ganado Jamala es porque Estados Unidos no compite. ¿Por qué no podemos competir? Somos el país más europeo del mundo. Inventamos el frapaccino, comemos más pizza que Italia y tenemos al político más parecido a Benito Mussolini", bromeaba hace ahora tres año Stephen Colbert en The Late Show with Stephen Colbert.
"Ya estamos listos para competir el año que viene en Eurovisión porque he encontrado al artista perfecto para representar a nuestro país. Aquí y ahora, en directo, Nórnaäs", añadía el presentador antes de introducir una parodia de cómo sería la participación de EEUU en Eurovisión.
Pues bien, parece que ese momento podría estar cada vez más cerca. Según ha asegurado el supervisor ejecutivo del Festival, Jon Ola Sand, "Estados Unidos podría participar en Eurovisión, aunque no será durante mi mandato".
El directivo, que llevaba en ese cargo desde 2011, ya anunció a finales de septiembre que abandonará su cargo después de Rotterdam 2020. Algunos rumores apuntan a que será sustituido por el productor del Melodifestivalen, Christer Björkman, que abandonará su cargo en 2021.
Hay que recordar que el Festival de Eurovisión saltará a EE.UU. con un formato aún por desarrollar que podría empezar a emitirse "entre 2021 y 2022", según anunciaron el pasado mayo los responsables de esta adaptación avalada por la Unión Europea de Radiodifusión, propietaria del formato.
Con la premisa de alcanzar "el mismo nivel de excelencia" que posee el festival matriz, los responsables de la futura versión americana no ofrecieron más detalles sobre sus características formales, por ejemplo si se tratará de una competición musical entre los distintos Estados de EE.UU.
La decisión final, dijeron, dependerá de la cadena que finalmente lo emita y podría llevar a que este Eurovisión americano se extienda a lo largo de una temporada completa, con una gran final como colofón.