“Va a ser un retazo. Acabo de estar con los médicos en el backstage. Llevo tres días sin poder hablar. Es la primera vez que me pasa. Me han pinchado, me han puesto de todo a ver si podía tirar y a ver qué tal. Si no puedo ni hablar, lo siento”, decía anoche Nick en Operación Triunfo 2020 antes de subirse a cantar a pesar de su laringitis.
Unas palabras que inevitablemente me recordaban al testimonio de Rosa López en Mi casa es la tuya en la que contó que después de que le pincharan “un líquido azul y blanco” estuvo a punto de perder su voz.
De ahí que pensara que, aunque lo lógico hubiera sido que el muchacho ni siquiera se hubiera subido al escenario debido a que sus problemas vocales le dejaban en inferioridad de condiciones, el jurado o los profesores lo tendrían en cuenta y le salvarían de la nominación.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Cuando esta mañana me he enterado de que Nick estaba nominado junto a Maialen -uno ya se niega a aceptar este tipo de horarios televisivos-, mi asombro ha sido mayúsculo.
¿Cómo es posible que en un programa de la televisión pública que se ha convertido en un fenómeno de masas en los últimos años por su firme defensa de valores castigue así a un concursante con un problema médico?
¿Qué mensaje se está mandado a ese 29% de su audiencia más joven? ¿Es que acaso la presión por presentarse a trabajar/concursar debe estar por encima de la enfermedad?
No doy crédito, de verdad. Hace ahora poco más de una semana, toda una gran estrella como Madonna se veía obligada a cancelar dos conciertos debido a dolores asociados a una lesión de rodilla, y hace ahora un año, una de las invitadas de la gala, Ainhoa Arteta, cancelaba dos funciones por una laringitis.
Y si vamos más atrás en el tiempo, después de que algunos concursantes de Operación Triunfo 2 sufrieran una aparatosa caída al romperse una escalera metálica del plató, se aplazaron las nominaciones y actuaciones de los concursantes.
Asimismo, semanas antes, Enrique Anaut sufrió un desmayo durante la emisión de la gala a causa de un tirón muscular después de varios días quejándose de un dolor en la zona del abductor. Finalmente se pospuso su actuación y se aplazaron las nominaciones. ¿Por qué entonces en este caso en el que lo dañado era precisamente su herramienta más preciada no se han tomado medidas?
Ya hoy, Manu Guix se ha justificado diciendo que "yo entiendo que no tuvieras voz, pero puedes afinar igualmente. Puede estar mejor. No estoy diciendo que no tenga mérito el salir ahí a defenderlo con la energía que saliste, pero no perdamos de vista la exigencia".