Perdidos en el espacio prepara su regreso a televisión de la mano de Netflix, momento adecuado para recordar la mítica ficción original. A mediados de los sesenta, a muchos nos hizo soñar con galaxias muy muy lejanas mucho antes de la llegada de las espadas láser o los viajes del Enterprise.
Hoy, en mi particular viaje por el túnel catódico del tiempo, hacemos una parada en este título. Hace ya cincuenta años después de su estreno en USA, algo menos en España ya que aquí se tuvo que esperar en aquellos añoscuando no sucedía como ahora que la tele hace magia y puedes ver series y programas casi de manera simultánea con su estreno en su país de origen.
Perdidos en el espacio es todo un clásico de la ciencia ficción creado por Irwin Allen, responsable este de otros títulos míticos de la televisión como Viaje al fondo del mar, Tierra de gigantes o El túnel del tiempo. Además, se hizo una adaptación para el cine en 1998 protagonizada en sus principales papeles por William Hurt, Mimi Rogers, Lacey Chabert, Heather Graham, Gary Oldman y Matt LeBlanc (sí, Joey de Friends) y dirigida por Stephen Hopkins que, todo hay que decirlo, decepcionó a los incondicionales de la serie original
La familia Robinson, protagonista de esta historia
Perdidos en el espacio, emitida por la cadena CBS entre 1965 y 1968, fue una de esas producciones que causó un gran impacto en la audiencia. Aunque los primeros episodios eran en blanco y negro, después fueron en “lindos colores” como diría mi adorada Mafalda, pero aquí en España la vimos en riguroso blanco y negro y con un doblaje realizado en Puerto Rico.
En cada uno de los episodios se narraba la odisea de la familia Robinson, una versión galáctica de la novela de aventuras El Robinson suizo escrita por Johann David Wyss, que, a bordo de la nave espacial Júpiter II, debía realizar un viaje de exploración a un planeta situado en la constelación Alpha Centauro ¿Les suena?
Todo iba perfectamente hasta que los mandos eran saboteados por el doctor Zachary Smith (Jonathan Harris), al servicio de una potencia extranjera (no hay que olvidar que eran los años de la Guerra Fría). Ante esta situación la familia Robinson, perdida en el espacio, no les quedaba otra que tratar de buscar el camino de regreso a la Tierra.
La familia Robinson debía regresar a la Tierra tras ser saboteados en el espacio
Durante este periplo tenían la oportunidad de conocer otras civilizaciones y extraños personajes (unos mejores que otros), al mismo tiempo que convivir bajo el mismo fusilaje de la nave con el pérfido y malcarado doctor Smith. Sobra decir que los efectos especiales no tenían nada que ver con los actuales pero, recordados con el paso del tiempo, podemos decir que tenían su encanto.
La familia protagonista de esta serie la formaban el profesor John Robinson (Guy Williams); su esposa, Maureen (June Lockhart); y sus tres hijos, Judy, Will y Penny, encarnados por Marta Kristen, Billy Muny y Angela Cartwright, respectivamente.
No queremos olvidarnos de un personaje que cautivaba a grandes y pequeños: el robot. Su nombre técnico era B9. Era tan divertido como descacharrante por su forma, luces y sus continuos parpadeos. Hasta la llegada Roby, el robot de Planeta Prohibido, o más adelante R2D2 y C3PO, no recuerdo un robot de esas características.
Este personaje pasó de ser una máquina sin personalidad en los primeros episodios hasta que poco a poco se fue ganando a la audiencia convirtiéndose en uno de los protagonistas principales de las tramas. A medida que transcurrían las temporadas fue teniendo una personalidad propia e incluso tenía un gran cariño por el más pequeño de la familia y compartía con él algunas divertidas aventuras. Se convirtió en el ángel guardián de los Robinson.
El final nunca se vio en España
Perdidos en el espacio estuvo en antena en CBS desde el 15 de septiembre de 1965 al 11 de septiembre de 1968. Aquí en España se emitió por TVE, pero no se emitieron todas las temporadas, con lo cual los niños de aquellos años nos quedamos con la duda de si habrían conseguido los Robinson regresar a la Tierra.
Por último una curiosidad. La serie se situaba en el año 1997, cuando la Tierra había de sufrir una sobrepoblación masiva y una reducción de recursos naturales...