Aunque este lunes toca volver a ver un nuevo capítulo de El ministerio del tiempo, es un día triste para muchos seguidores de la serie. Este lunes se emite el final de la primera temporada de la ficción de TVE, lo que significa que hasta dentro de unos cuantos meses la serie no volverá a la pequeña pantalla.
El ministerio del tiempo no ha destacado por sus audiencias. A falta del último episodio, la serie de TVE ha mantenido una media de un 12,1% de cuota de pantalla, a pesar de sus movimientos en parrilla. Pero la ficción de la pública no ha destacado por su gran competencia en términos de audiencia, sino por el gran movimiento fan que ha creado alrededor en redes sociales.
Las series de TVE tienden a haber desconectado por completo del público más joven de la casa. De hecho, la cadena pública es la que tiene un público más envejecido. Sin embargo, El ministerio del tiempo ha vuelto a atraer a estos espectadores que una vez eran de la casa. Esa es una de las razones por las que, a pesar de no haber arrasado en audiencia, TVE ha decidido concederle una segunda temporada a la ficción.
Durante estos últimos años, la caída de audiencia de TVE ha ido en picado. La pública pierde espectadores cada día, por lo que una serie que repercute directamente en su buena imagen como El ministerio del tiempo no era desechable a la primera de cambio. Y es ahí donde entró el factor de cadena pública, que no se interesa tanto por los datos como por la imagen que le otorga un producto.
El fenómeno fan ha alimentado el humo que se ha generado en torno a esta nueva ficción. Ilustraciones, comparaciones con muñecos, cuentas de Twitter, fanarts… Todo ha servido para que en TVE se diesen cuenta del valor que esta serie aportaba a su parrilla, llena de productos muy criticados en estos últimos años, como El pueblo más divertido o La Alfombra roja.
La leyenda del tiempo, su último capítulo
Una tablet aparece en un cartel de una obra de teatro sobre don Juan Tenorio realizada en la residencia de Estudiantes en el año 1924. La patrulla debe viajar allí para recuperarla. Pero al llegar, pronto se darán cuenta de que todo es una trampa urdida por alguien que conoce bien el
Ministerio... y la propia vida de Alonso, Julián y Amelia, que reciben fotos de su pasado y de su futuro. Haciéndoles dudar de si merece la pena seguir siendo leales al Ministerio. ¿Merece la pena salvar la vida de insignes protagonistas de nuestra Historia cuando a cambio no pueden salvar la de sus seres queridos? Por otra parte, conocer a Buñuel, Dalí y, sobre todo, a Lorca supondrá para Julián un impacto emocional inolvidable.