El único ministerio que no nos da quebraderos de cabeza

Aunque muchos se puedan sorprender, existe un ministerio en España que no nos inquieta ni nos conmueve. Una cartera que no aparece en la portada de los periódicos por asuntos de corrupción. Un ministerio que ha logrado el aplauso generalizado del público. Tiene un nombre raro, pero existe. El ministerio del tiempo regresa con una segunda temporada que en su primer capítulo ya promete más dinamismo y humor.

Aquí ya no hace falta prestaciones. Nos conocemos todos. La segunda temporada de El ministerio del tiempo arranca desde el primer minuto, sin introducciones ni giros en su ancho de banda. La serie de TVE sigue siendo la misma que vimos. Cambian las historias, tenemos nuevos personajes, pero estos meses y la fama adquirida no nos la ha cambiado ni un ápice. 

No se puede decir que El ministerio del tiempo arrasase en términos de audiencia en la televisión tradicional. Tal vez porque no está hecha para este tipo de consumo. La serie se ve cómo y dónde uno quiere. Y esto es lo que ha hecho que se haya convertido en un fenómeno viral que estira sus patas en internet. 

Se ha convertido en un fenómeno viral que estira sus patas en internet

Puede que esta búsqueda de nuevos espectadores les hiciese cambiar por dentro. El querer más y más. El soy guapo pero quiero ser más guapo. El soy rico pero quiero ser más rico. Y no. El ministerio del tiempo tiene claro que no va a ir a buscar a los reticentes. No va a aparecer con una banda de mariachis en el balcón de tu ventana. Si me quieren, vengan a buscarme. 

En el arranque de esta nueva temporada asistimos al ‘hasta luego’ de Rodolfo Sancho. Cosas de la tele. Nos quedamos con la espinita de que en algún momento bromee sobre su paseíllo por Mar de plástico. Su hueco estará ocupado por Hugo Silva a partir del segundo capítulo. Pero el llorar o no las ausencias ya es otro cantar que habrá que analizar más adelante. 

Respecto al guión, El ministerio del tiempo se revaloriza. Ahora la serie cuenta con el aliciente y la ventaja de saber cómo y a qué puede jugar con el espectador. Se ríe de su misma, de su entorno y de sus idas de olla. Se ríe de su propio universo. Y eso convierte a la serie en un espectáculo que necesita todos los sentidos puestos encima en cualquier escena aunque parezca innecesaria.

El ministerio del tiempo le da poder (y ahora mucho más) a las mujeres. Aquí no hay espacio para ñoñerías y modelitos. En esta serie las mujeres son fuertes y con carácter. Aura Garrido toma el bastón de mando en las aventuras con la marca de Sancho y eso le sienta muy bien a la trama. Al otro lado, Cayetana Guillén Cuervo y Mar Saura están perfectamente elegidas para meterse en la piel de dos buenas ‘zorras’ bien agradecidas para una actriz.

Dicen que no tienen más presupuesto en esta segunda temporada. Sin embargo, los efectos especiales han mejorado notablemente y se ven batallas dignas de la gran pantalla y que nunca hemos visto antes en televisión. ¿Qué pasa? ¿Todo, absolutamente todo, es perfecto? No, que es española. Perdón, que eso es lo que hasta hace unos días decían los entendidos en ficción.

*El ministerio del tiempo estrena su segunda temporada el próximo lunes 15 de febrero en TVE.