Hay años en los que necesitas una bicicleta, en los que ha salido la última versión de la PlayStation o necesitas urgentemente un cambio de look para seguir saliendo a la calle. Esos años, la lista de cumpleaños es fácil y sencilla. Pero los mejores regalos llegan cuando no hay peticiones. Los inesperados. Por los que se tuvieron que romper la cabecita un poquito.Y eso es Web Therapy.
Se trata del primer proyecto de ficción que hemos visto de #0, el nuevo canal de Movistar+. La carta de presentación de una cadena que puede romper moldes y se puede permitir ciertas licencias de las que huyen las cadenas generalistas.
Protagonizada por Eva Hache, la serie es el ejemplo perfecto de los permisos que tendrá Movistar y que suponen un regalo para la industria de ficción española. Una serie que jamás veremos en Telecinco o Antena 3 (y no porque no quieran). Una serie de público minoritario que hace las delicias de aquellos amantes de thrillers noruegos pero que tristemente le dan la espalda al Bajo sospecha de turno.
Si algo bueno tiene #0 es que supone una nueva ventana en la que descubrir talentos
Eva Hache está sublime. Parece que este papel que Lisa Kudrow hace al otro lado del charco estuviese hecho y creado para ella desde un principio. El papel de Rebeca Miller está medido por un sastre al milímetro y se lo han colocado a Hache, una percha digna de los mejores diseñadores a la que han tardado en poner en la pasarela que se merecía. Y es que si algo bueno tiene #0 es que supone una nueva ventana en la que descubrir talentos hasta ahora secundarios y que se pueden convertir en estupendos rostros principales.
No se puede decir que sea una serie de memorables planos aéreos, con una banda sonora que ponga los pelos de punta, con platós cuidados al detalle. Web Therapy es simple y directa. Consumo fácil y adecuado en los tiempos que corren y que puede convertir sus mejores momentos en vídeos muy virales de consumo online para hacer del canal un espacio que todo joven quiera consumir.
Web Therapy es un gran descubrimiento. El #0 que queremos, que deja atrás los estiramientos y los palos metidos por sitios indebidos para hacernos entender que se pueden hacer buenas producciones sin clichés y que no sólo puedan ser consumidas por el escuadrón de la versión original.