El coronavirus obliga a otro cambio de planes dentro de la producción nacional. Según ha sabido en exclusiva Bluper, Sky Rojo, la serie que desarrollan Alex Pina y Esther Martínez-Lobato para Netflix, pospone la grabación en Tenerife debido a la expansión del Covid-19, que registró los primeros casos en España precisamente en el archipiélago canario, donde hay cinco casos registrados (cuatro en Tenerife y uno en La Gomera).
El proyecto faraónico de José Luis Moreno también ha cambiado su producción por el virus
De esta manera, la ficción protagonizada por Miguel Ángel Silvestre es la segunda que se ve afectada por la pandemia que asola el planeta desde hace dos meses. Tal y como adelantábamos, Resplandor y tinieblas, el proyecto internacional auspiciado por José Luis Moreno y protagonizado, entre otros, por Jane Seymour y Denise Richards, se ha visto obligado a cambiar su plan de rodaje en Italia como medida preventiva.
La productora Dreamlight Internacional Production ha trasladado las secuencias de las tramas a distintas localizaciones de Burgos (Peñaranda de Duero y La Vid) y Guadalajara.
Se desconoce, por ahora, qué opciones barajan los creadores de La casa de papel, si optarán por dejar pasar unos días para saber el desarrollo de la expansión de la enfermedad o buscarán, al igual que sus colegas, nuevas ubicaciones.
El próximo gran proyecto de Vancouver
La ficción de la plataforma de streaming, producida por Vancouver Media y dirigida por Eduardo Chapero-Jackson y Javier Quintas, arrancó la producción de sus primeros ocho episodios el pasado 18 de noviembre.
Madrid y Tenerife son las dos localizaciones elegidas para desarrollar las tramas que protagonizan Miguel Ángel Silvestre, Verónica Sánchez, Asier Etxeandía, Lali Expósito, Yani Prado y Enric Auquer.
La serie contará con dos temporadas de 8 episodios de 25 minutos de duración
El nuevo proyecto de Pina cuenta la historia de tres prostitutas que huyen del club de alterne en el que vivían tras dejar a su proxeneta gravemente herido y con medio cuerpo paralizado. Una cubana, una argentina y una española emprenden un viaje por carretera sabiendo que, después de lo que han hecho, están muertas.
Con varios delitos graves a sus espaldas por los que no pueden acudir a la policía, y con los sicarios del proxeneta pisándoles los talones, sólo les quedan dos opciones: huir o plantar cara a sus perseguidores y contraatacar.
"El tema en sí mismo es muy complicado por el temor a hacer lírica con algo tan sórdido", explicaba hace unos meses Esther Martínez, que destacó lo complejo que resulta meter el mismo número de secuencias de una serie de 50 minutos en los 25 que tendrá cada pase de esta nueva apuesta, toda una novedad en el género.
Este nuevo contratiempo hace aún más épica la producción de una de las series más esperadas por la plataforma estadounidense y los millones de seguidores de La casa de papel en todo el mundo. Esperemos que el coronavirus no nos haga más larga la espera.