¡Atención, el siguiente artículo tiene spoilers del final de la serie!
Televisión Española emitía este miércoles el último episodio de Néboa, serie protagonizada por Emma Suárez. La ficción trasladaba al espectador a una pequeña isla gallega; allí, aparece el cadáver de una adolescente en un lugar rodeado de leyendas, O Burato do Inferno. Además, en esa misma cueva ya habían aparecido cuerpos asesinados de la misma forma, en 1919 y en 1989. En ambas ocasiones, estos crímenes iniciaron una serie de cinco asesinatos durante los ocho días de carnaval. Asesinatos que nunca se llegaron a resolver y que fueron atribuidos a el Urco, un hombre con cabeza de lobo que sale del mar.
Nada más comenzar el episodio veíamos a Mónica (Emma Suárez) apuntando con su pistola a Gael (Nacho Nugo), pero su compañera Carmela (Isabel Naveira) aparece para pararla, y le dice que Gael no puede ser el Urco, ya que tenía coartada en varias muertes. Entonces Mónica ata cabos y llega a la conclusión de que el Urco no era una persona, sino dos: Gael, y su madre Carmela, como encubridora.
El episodio entonces nos lleva de nuevo al primer día de Carnaval. Gael y Roi (Jorge Varandela) descubren que Ana (Denisse Peña) está liada con Roque (Denis Gómez). Él, despechado, acaba asesinando a la joven e intenta abusar de ella. Una vez es consciente de lo que ha hecho, llama a su madre, que decide encubrirle, fingiendo que todo ha sido obra del Urco. Juntos, trasladarán el cadáver hasta O Burato do Inferno.
Para que nadie sospeche de su hijo, Carmela matará al Teniente Ferro (Nancho Novo) cuando éste descubra dónde fue a parar el teléfono móvil de Ana; Carmela se lo apropiará, y lo pondrá en el coche de los Ulloa. Y también matará a Cascudo (David Seijo), que estaba en el bosque cuando se deshicieron de Ana. Por su parte, Vega (Alba Galocha), la hija de Mónica, fue asesinada por Gael. De ahí que, al igual que Ana, tuviese signos de abuso sexual.
Finalmente, la Guardia Civil acabaría deteniendo a Gael. Carmela, por su parte, resultó herida de muerte en un forcejeo con Mónica en una casa abandonada.
Además, se cerraron las tramas de los asesinatos pasados. Así, el primer Urco, como ya sabíamos, fue el abuelo de Alejandro Ulloa, y el segundo, el padre de Carmela. Ella misma, de adolescente, lo descubrió y fue ella quien le atacó con un puñal y lo dejó en coma irreversible. En su casa se guardaba el traje y los útiles de matar del Urco, los cuales ella utilizó para provocar desconcierto en la muerte de Ana.