Gran Hermano, desde su primera edición, ha jugado con el punto voyeur del espectador, incluso cuando se nos vendía como un fenómeno sociológico. En aquella edición del año 2000, todos nos sentíamos como esa vecina que siempre está limpiando la mirilla y sabe quién entra y quién sale del bloque de vecinos, y si lo hace solo y acompañado.
También se nos vendió un aire de morbo con desnudos por aquí y por allá. ¿Recuerdan cómo se emitió el primer desnudo de Israel Pita, a las pocas horas de entrar en la casa, pidiendo perdón a sus padres mientras se ponía un bañador en el dormitorio? ¿O cómo algunas chicas se cambiaban de sujetador sin ningún miramiento?
Aquellas imágenes no se repitieron. Una vez enseñado un poco de carne, Telecinco se esforzó en enganchar al espectador con otros asuntos, como los romances de Silvia e Israel, o de María José Galera y Jorge Berrocal. Lo de ver genitales de pasada ya nadie lo demandaba.
Los primeros ‘edredonings’
En Gran Hermano se ha practicado sexo desde los orígenes, casi, del programa, aunque eran actos que se hacían de manera más o menos sutil. Bajo campamentos de mantas como Emilio y Eva en GH2, en horas sin cámaras en una habitación a parte, dentro de la piscina como Rocío y Matías, y si no, cubiertos con el edredón mientras otros compañeros dormían. Otros, como Indhira y Arturo, se cortaban menos y lo hacían hasta en el plato de ducha, cierto es.
Normalmente, pasaban varias semanas desde que el programa comenzaba hasta que sus participantes tenían sexo. Y en algún año, como el de Julio el Feroz y Flor, que comenzaron a tener sexo a pierna suelta con tal de dar de qué hablar fuera, y tras 18 días de conviencia fueron expulsados "por atentar contra la esencia del programa" y "desvirtuar por completo el espíritu y los principios básicos de Gran Hermano".
‘GH 6’, la edición que nos acostumbró al edredoning
Sin embargo, en Gran Hermano VIP 6 estamos viendo más sexo que romances, que peleas, que risas. El edredoning de Chabelita con Asraf. El Suso con Aurah. El Omar con Techi. Y eso que no ha pasado aún un mes de concurso.
El voyeurismo está a la orden del día. En las galas, en los resúmenes que se hacen en otros programas, en la web, el edredoning impera. Nos invitan a ver cómo chavales se lo montan debajo de las cámaras y se dicen cosas más o menos románticas de madrugada, mientras vemos una manta moverse como un flan.
Por si eso fuese poco, este sábado, en el Deluxe, le pusieron al padre de Techi imágenes inéditas de su hija volviendo a acostarse con Omar Montes después de, presuntamente, haber roto todo vínculo con él. No sé si se esperarían que el buen hombre, que responde al nombre de Fausto, se llevase las manos a la cabeza y pudiesen haber vendido el vídeo como “La increíble reacción del padre de Techi al ver a su hija teniendo sexo”.
Sin embargo, Fausto fue honesto, y dijo que ya estaba acostumbrado a ver ese tipo de imágenes, sin más. Claro, si Telecinco se encarga de darles bombo por aquí y por allá, y todo Dios sabe ya quién se ha acostado con quién, ¿cómo no va a estar acostumbrado?
Mucho edredoning y ninguna hora sin cámara
Y así, uno se da cuenta de cómo nos Telecinco nos ha convertido a todos en voyeurs, más de lo que podríamos imaginar, al contemplar en menos de un mes el pubis a Aramís sin bragas, el culo a Darek, y a tres parejas de jóvenes dar rienda a su pasión bajo mantas día sí, día también. Y sin necesidad de pedir horas sin cámaras. Que la audiencia se entere de quién se mete en la cama de quién. Que se vea movimiento.
Si los jóvenes se acuestan con tal de "generar contenido" y tener varios Sálvames al salir eso no importa. Aquel espíritu y principios básicos de Gran Hermano que mancillaron Flor y Julio ya no existen. Ya no hay aislamiento con el exterior y reciben informaciones de fuera cada dos por tres. Ya no hay secretos dentro de la casa y se enteran de quién criticó a quién a través de vídeos. Ya no existe esa esencia del programa. Sí hay, sin embargo, otro tipo de show y de espectáculo. Nuevos VIPS, nuevas reglas. Y el público lo está acogiendo bien esos cambios, y al fin y al cabo, él es el que manda.