Las comparaciones son inevitables entre Mejor llama a Pilar, el nuevo formato que estrenó este miércoles Cuatro, y Hermano mayor. Con una temática muy similar, el coaching, y una estructura muy parecida en la que se comienza con una problemática que se ve a través de discusiones y se termina solucionándolo a través de la terapia, los dos formatos se muestran complementarios por su objetivo a tratar, uno parejas en crisis y otro adolescentes conflictivos.

Si Jero García es el Hermano mayor de Cuatro, Pilar Cebrián ha venido a convertirse en la "hermana menor". "Hermana" porque también ayuda a solucionar problemas domésticos, pero también por su innegable parecido con el programa de adolescentes. "Menor" porque, aunque la apuesta es original y no deja de ser una evolución natural, su resultado resulta mucho más pequeño que el del formato comparado.

'Mejor llama a Pilar' no puede permitirse entrar en relaciones tan violentas como las de 'Hermano mayor' si no quiere terminar mostrando violencia de género

Uno de los puntos más fuertes de Hermano mayor son las brutales discusiones entre hijos y padres con las que empieza cada entrega. Mejor llama Pilar arranca de la misma manera, pero en ningún caso llegan a ser tan fuertes esas peleas. Ni puede permitirse siquiera serlo habiendo un problema social tan dramático en España como es la violencia de género.

Entre padres e hijos hay una unión sanguínea, familiar, que hace que los padres no se den por vencidos a la hora de intentar recuperar a sus hijos. Las parejas siguen una dinámica distinta y, si se llega a un punto como los que muestra Hermano mayor, los adultos antes habrán decidido seguir cada uno su propio camino en lugar de ir a terapia.

Mejor llama a Pilar gana en credibilidad lo que pierde en espectáculo televisivo

Por esta razón, Mejor llama a Pilar se centra más en casos no tan extremos, casos que tengan solución de verdad. El programa gana en credibilidad lo que pierde en espectáculo televisivo y prima esas dinámicas de reunión entre ambos miembros de la pareja que en los propios conflictos.

En este sentido, resulta muy acertada la elección de Pilar Cebrián como coach. Con un perfil mucho más bajo y con menor protagonismo que Jero García o Pedro García Aguado, la conductora de este programa se muestra más psicóloga que protagonista de lo que ocurre, quedando en un segundo plano en el que habitualmente están este tipo de terapeutas en sus trabajos habituales.

Lo importante en Mejor llama a Pilar son las parejas, y es ahí donde radicará la clave de su éxito. En el primer caso que Cuatro ha mostrado, Salva y Manoli son una pareja con problemas, sí, pero problemas solucionables. Se faltan al respeto, pero no hasta un punto de no retorno. Y resultan interesantes en conjunto junto a otros "satélites" como la familia de Manoli.

Cuatro tiene por delante un reto muy importante con Mejor llama a Pilar. El casting de parejas que consiga tendrá que ser interesante sin llegar a extremos de violencia, como sí puede permitirse Hermano mayor. Solo así dejará de ser su "hermano menor".