Un príncipe para... tenía un difícil reto ante sí. Tras el descenso de la segunda edición, tanto en audiencias como en humor, debía ofrecer una novedad que hiciera que la gente volviera a engancharse a este giro del formato tróspido.
Y lo han logrado gracias a tener tres princesas en vez de una. Uno de los fallos de Un príncipe para Laura fue tener exclusivamente una princesa con la que mucha gente no empatizó. Ahora, a falta de una hay tres, y es difícil no encontrar al menos una por la que seguir viendo el programa.
La apuesta es triple, lo que le acerca a un ¿Quién quiere casarse con mi hijo? femenino, sin madres pero con competencia entre ellas, lo que le suma un plus. El cuento pasa a un segundo plano: prácticamente solo importa para referirse como princesas a Rym, Yiya y Marta de manera genérica.
Lo importante es volver a tener el humor de siempre, el "trospidismo" intacto
Y aun así funciona de la misma manera. Porque lo importante es volver a tener el humor de siempre, el "trospidismo" intacto. Eyeworks sabe hacerlo muy bien, y si con Un príncipe para Laura el resultado no fue óptimo fue probablemente porque Laura Parejo no daba el juego que sí daban Corina con su copa de vino o gran parte de los chicos de ¿Quién quiere...?
Pleno al 15 en el casting de princesas
Rym, Yiya y Marta son un pleno al 15, tres aciertos que funcionarían por separado pero son una bomba unidas. Sus perfiles son lo suficientemente diferentes como para encajar en la misma edición, pero lo suficientemente parecidos como para que haya competencia, ya que si algo une a las tres es la seguridad en sí mismas y la rivalidad que generan.
Otro de los giros del programa, para sorpresa de Marta, es que los grupos han desaparecido. Ya no hay nerds ni simpáticos ni únicos, tan solo hay guapos entre los que se puede ver también alguno de los perfiles desaparecidos. No hay duda de que esto gustará a l@s que busquen alegrarse la vista con Un príncipe para..., pero se echa de menos perfiles tan radicales como los de David Pedre, Yong Li, Dani el buscazombies o Carles "Vegeta".
Un príncipe para... se confirma de nuevo como el objetivo para el que nació: ser una alternativa para ¿Quién quiere casarse con mi hijo? Y aunque le falta uno de los elementos que hace único a ese programa, las madres, logra cumplir su finalidad.