El sexo ensucia las Campanadas 2015
Hot. Caliente. Sexy. Desnudo. Tetas. Y, como dice un amigo, añado Mariló Montero, que también suma puntos en el SEO. Ale, ya está. Objetivo cumplido. Una entrada de blog magnificamente posicionada para conseguir visitas. Igual que han hecho nuestras queridas e italianizadas Telecinco y Antena 3.
Porque entiendo que su retransmisión de las Campanadas de Nochevieja iba de eso, de posicionarse en Internet, de conseguir el TT, de generar durante dias infinitas reproducciones de esos vídeos que ni Dios vio en directo en sus Miteles, Atresplayer o como quiera que se llamen sus plataformas digitales. Un trabajo impecable. Han cumplido. Audiencia, la justita. Pero ruido y polémica, mogollón. Las redes sociales han echado humo con sus transparencias, sus ropitas interiores y sus presentadores en pelota picada. Y raro es el español que 48 después no ha visto al menos una imagen de la Pedroche o de Pelayo dando lo mejor de sí mismos en esta Nochevieja 2015.
Las retransmisiones de Telecinco y Antena 3 iban de posicionarse en Internet y conseguir el TT
¿Que tu presentadora revelación enseñó las bragas el año pasado y se lió parda? Pues este año la plantamos en Primera División y directamente la despelotamos como si fuera una portada de Vogue para Swarovski. Y la sacamos al balcón a que salude y la piropeen. ¿Que la competencia tiene a una tia desnuda? Pues los otros, para demostrar que la tienen más larga (la ristra de presentadores), despelotan a cuatro, e incluyen a un chico, por aquello de captar a la audiencia femenina y/o gay.
Hace casi 30 años ya que Sabrina paralizó un país sacandose una teta en la Nochevieja del 87, y tres décadas después seguimos igual. El sexo. Todo en televisión está sexificado. Series. Anuncios. Programas. Hasta la información deportiva tiene un componente sexual inimaginable hace una década. Era cuestión de tiempo que las cadenas privadas sexualizaran algo tan solemne como unas Campanadas de Fin de Año. Un momento capaz de enmudecer a toda una familia, sentarles frente al televisor y obligarles a no pestañear durante, al menos, 20 segundos mágicos. Pues ya podemos estar tranquilos. Esa reducida parcela también ha caido. Erecciones generales hasta el último minuto.
Lo gracioso de todo esto será leer a algún trasnochado que enarbole banderas de liberalización femenina para defender (¿de qué?) a Pedroche o tilde de genios del marketing televisivo a los responsables de La Fabrica de la Tele - Cámbiame. Tonterías. Ni la una ni los otros han descubierto nada nuevo. Susana Estrada, las portadas de Interviú o las búsquedas en Google certifican la palmaria evidencia. El sexo vende. El sexo mueve masas. Y sexo más televisión es combinación de éxito asegurado. ¿Más que una retransmisión clásica y de probada eficacia como es la de TVE?
El tiempo dirá si estas campanadas son excepción o regla para los próximos años. Si TVE cederá y en 2016 pondrá picante a sus uvas. Si esa estrategia de Cristina Pedroche de asociar constantemente su imagen a momentos de provocación y sexualización le renta a su carrera de presentadora, aún demasiado titubeante (¿verdad, pekineros?). Y si Marta Torné decide tirar por ese mismo camino. Por el bien de estas dos presentadoras, parte del relevo generacional de nuestra televisión, ojalá no.