El pliego del concurso de canales TDT contenía una declaración responsable que debieron aportar firmada las empresas que optaron a un canal de televisión. En ella, quien concurría manifestaba “hallarse al corriente en el cumplimiento de las obligaciones tributarias y frente a la Seguridad Social impuestas por las disposiciones vigentes”.

Por ello, cuando este miércoles una de las empresas ganadoras de una de las licencias (Grupo Secuoya) apareció en la lista hecha pública por la Agencia Tributaria de contribuyentes que deben al Fisco más de un millón de euros, muchos se preguntaron cómo había sido posible que el Gobierno le haya concedido un canal.

En concreto, Secuoya Grupo de Comunicación SA aparece en la página 79 de esta lista con una deuda con el Fisco de 2.295.238 euros. No obstante, todas estas deudas estaban pendientes de pago a 31 de julio de este año.

Y es ahí precisamente donde radica la explicación. Según ha sabido este portal, tres días después de haberse cerrado este listado, concretamente el 3 de agosto, Hacienda aceptó el aplazamiento y pago fraccionado de esta deuda.

De esta forma, el grupo pudo aspirar a una de las licencias. De esta forma, cuando el Consejo de ministros aprobó el pasado 16 de octubre la concesión de varias licencias TDT, el grupo Secuoya se hallaba al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias.

Secuoya inicia las emisiones

La publicación de esta lista ha coincidido paradójicamente con el inicio de emisión en pruebas de este nuevo canal de Secuoya. Desde este jueves, los espectadores pueden sintoniar en sus televisores 10, el nuevo canal del grupo.

Se trata de una emisión en bucle de un vídeo promocional del canal en el que, según el grupo, "se transmite toda la frescura, modernidad e innovación que tendrán los contenidos de la nueva televisión del panorama audiovisual".