¡Ay Federico Llano, Federico Llano! ¿Por qué TVE no quiere revelar los gastos derivados del pasado Festival de Eurovisión como viajes, alojamientos, dietas, vestuario y acompañamientos? ¿A qué le tenéis miedo?

No me puedo creer que la excusa barata sea que puede suponer un perjuicio para los intereses económicos y comerciales de TVE porque aventajaría a sus competidores. ¿En serio? ¿Qué sacarían en beneficio Telecinco a Antena 3 sabiendo cuánto os costaron los billetes de avión o el alojamiento?

Estoy seguro que los consejeros delegados de Mediaset y Atresmedia -dos de las empresas más rentables de este país-, Paolo Vasile y Silvio González, corren a vuestra agencia de viajes para conseguir un negocio tan redondo como el vuestro al conocer esta información.

¡Ay! ¿No será que no queréis que se sepa en qué restaurantes de Viena comió el subdirector de Festivales o quiénes le acompañaron en dicho viaje? ¿O a quiénes regaló entradas para entrar al estadio a ver la actuación de Edurne? ¿Qué hay de malo en contarlo?

O digamos que quizá Llano, Carlos Mochales -director de contenidos de TVE- y Toñi Prieto -productora ejecutiva de TVE- no quieren que se sepa que la cantidad que cobró el equipo de Gestmusic por la producción de la candidatura sólo dio para pagar el viaje y el hospedaje en Viena. De hecho hasta la coreógrafa se tuvo que volver a Madrid un día antes de la gran final por falta de presupuesto.

O quizá tampoco quieren que se sepa que la oficina de representación de la cantante se hizo cargo de los gastos de viaje, dietas, vestuario u hospedaje del equipo que le acompañaba, o que Sony Music se encargó de la promoción y grabación de la candidatura.

Si todos ellos se encargaron de estos gastos, ¿cuáles fueron los gastos derivados de nuestra candidatura Viena? ¿O cuáles fueron esos mismos gastos en Copenhague, Malmö o Baku?  

Ya es hora de dar la cara. Ya es hora de explicarles a los españoles en qué se gasta el dinero público. Sobre todo teniendo en cuenta los continuos batacazos de nuestra televisión en los últimos años.

Basta ya de esconderse. Ya es hora de que se depuren responsabilidades en la televisión pública, la televisión que pagamos todos. Ya es hora de que el jefe de la delegación española sea cesado o dimita y ceda el testigo a nuevos profesionales que puedan llevar a España a brillar en el festival.