Isabel Preysler pisó por primera vez un plató de televisión desde hace 20 años mandando. Pablo Motos cambió su lado derecho de la mesa (el izquierdo para el espectador) para que la diva de porcelanosa mostrase su lado bueno a las cámaras. Y entonces comenzó una entrevista de récord: el programa alcanzó un 18,8% de cuota de pantalla y 3,8 millones de espectadores.

"¿Cuándo te diste cuenta de que tenías un lado bueno?", le preguntó Motos nada más comenzar la entrevista. "Me di cuenta cuando me separé de Julio, porque él tiene su lado bueno y yo no sabía que tenía un lado malo. Él siempre se colocaba de su lado bueno en las fotos y a mí siempre me colocaba de mi lado malo", contestó la entrevistada. "En todas las fotos que veía yo de esa época veía que estaba pepona". 

La reina del papel cocuhé habló de las cenas hasta las 7 de la mañana con sus amigas para ver Breaking Bad, de Miguel Boyer, de sus secretos de belleza y, sobre todo, de cremas, las auténticas protagonistas del programa. "Mis amigas y yo quedamos los viernes por la noche. A veces vienen sin cenar porque no dejamos de comer en toda la noche. Comemos hamburguesas, perritos calientes, patatas fritas, tarta de chocolare, de todo", contó Preysler. 

Isabel también hizo público uno de sus mayores secretos: su batido de verduras. Pablo Motos, bajo la estricta supervisisión de su invitada, se dispuso a crear esta pócima secreta que cada día cubre las necesidades del clan Preysler.