Las 'perlas' de Alfonso Rojo que le aseguran una silla en las TV públicas
La aparición de Paco Marhuenda y Eduardo Inda en televisión ya se ha convertido en especie de parodia del periodismo nacional. Sin embargo, ellos juegan en la liga de la televisión privada y, aunque viven y duermen bajo los focos de los platós, no juegan al todo por el espectáculo. Incluído el comentario nocivo.
El que sí juega es este patio de recreo es Alfonso Rojo. El periodista es el que más número de colaboraciones tiene en las televisiones públicas. ¡Y hasta tiene programa propio! Es uno de los primeros de la lista en TVE y RNE, pero cuenta con su propio espacio en Temadrid, es colaborador en Castilla la Mancha TV y se refugia bajo una Intereconomía casi invisible.
Parece que el tono de voz de Rojo no molesta a los directivos de las televisiones públicas. Este señor llamó "gorda" a Ada Colau, que por aquel entonces estaba al frente de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. laSexta dejó de contar con sus colaboraciones los sábados por la noche, pero Rojo no tuvo ningún problema para seguir teniendo colaboraciones en las televisiones públicas.
Se suma a la mesa de Buruaga
Si su silla en La noche en 24 horas de Sergio Martín en el Canal 24 Horas no era suficiente, Ernesto Sáenz de Buruaga le llamó el pasado lunes para que comenzase a formar parte de su mesa de colaboradores. "De pronto Carmona se ha visto superado por los que le llamaron subnormal. A mí ya me echaron de una cadena por decir a agluien que tenía exceso de peso, si llamo a alguien subnormal ya me echan de España", comentó Rojo en el programa Así de claro.
Su continuo uso de la polémica y la defensa derechil le dio un puesto seguro en la mesa de análisis de las elecciones autonómicas y municipales de TVE dirigidas por su amigote Sergio Martín. Juntos y de la mano protagonizaron una de las noches más manipuladoras de la televisión pública. Una sinvergonzonería que le concede una silla en cada televisión gobernada por el PP. Un sillón para el que no se necesitan escrúpulos ni tapujos en el currículum.
En las públicas no hay ningún problema porque el señor Rojo haya vulnerado, desde la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), varios puntos de su código deontológico. Llamó "tonta desde que sus padres eran novios" a Beatriz Montañez después de que ésta diese su opinión sobre Podemos y calificó como "pardilla" a una mujer que había sido víctima de abusos sexuales.
Su problema con el peso de las invitadas
Estas perlas le han dado una silla en el debate vespertino de Castilla la Mancha TV. Desde allí llegó a dirigirse a Beatriz Talegón preguntando a la presentadora: "¿De qué sórdida pizzería has sacado a la invitada de hoy?", declaró ante los micrófonos de la pública castellano manchega.
Desde su silla de Telemadrid, sin embargo, tuvo una imagen bastante distorsionada del momento. "Soy el más perseguido de todo Twitter. Hubo un pequeño rifi rafe con Beatriz Talegón. Dije que vivía de la mamandurría y por eso se había puesto tan gorda. Se ha montado la mundial", comentó el periodista.
Para Rojo, llamar "gorda" a una invitada es ya, además de un acto al que se está acostumbrando, algo habitual y corriente. "Cuando me dijo que yo era un delincuente sólo le dije que más estudios y menos croquetas", resumió desde su punto de vista Rojo.
Tras los micrófonos de RNE
Si no le faltaba con ser un nombre seguro en las televisiones públicas, también trabaja para RNE. Desde detrás de los micrófonos castiga actitudes como la de Jesús Cintora e intercambia batallitas con el portavoz del PP Rafael Hernando. "Algunos comunicadores que a mi juicio no hacen comunicación, hacen un falso periodismo que se basa sencillamente en estimular los instintos más bajos de algunas personas", comentaba Rojo sobre Cintora tras los micrófonos de RNE.
Tras su cese, no dudó en celebrarlo. "El podemista Jesús Cintora, fulminado por Mediaset", tituló la información al conocerse su salida de Las mañanas de Cuatro en su portal. Desde esta misma ventana llegó a asegurar que Cintora habría recibido una oferta de un millón de euros para comprar su silencio. Una información que tuvo que ser retirada después de que le obligaran a publicar una rectificación.
"Los perroflautas que llamaban censura al cese de Cintora, celebran la decapitación de Sostres", publicó hace pocos días en Twitter tras conocerse la decisión de David Jiménez. Esta declaración la acompañó con una imagen del director de eldiario.es Ignacio Escolar.
Intereconomía, su rincón preferido
Intereconomía pasa desapercibida por muchos y es allí donde puede soltar sus comentarios más hirientes. Desde esta cadena, Rojo ha criticado y humillado a muchos invitados que han pasado por el programa El cascabel. A la úlitma fue a la ex ministra de Vivienda María Antonia Trujillo.
"¿Dónde has leído que David Jiménez todavía no es director de El Mundo?", le preguntaba a Trujillo, que aseguraba que Jiménez se había desvinculado de la polémica portada de El Mundo que ligaba a Podemos con ETA en su portada. "No lo puedes haber leído porque no está. ¿Dónde coño lo has leído? No te puedes inventar las cosas", soltó por su boca sin la crítica de ninguno de los compañeros del programa.
Sin embargó, David Jiménez sí que publicó en su cuenta de Facebook que todavía no era director de El Mundo. "Todavía no he empezado como director, pero tengo 20.000 menciones en Twitter poniéndome a caldo por portadas en las que no he intervenido. Lo más relevante es la cantidad de periodistas que me acusan de la falta de rigor, cuando les bastaría leer la nota de prensa de mi nombramiento para comprobar que no me he estrenado en el puesto", publicó Jiménez en esta red social.
"Le falta un hervor", dijo sobre el activista que discrepó con Aguirre en un acto de campaña en la calle. "Le faltaban dos cursos", continuó después.
Ni en Atresmedia ni en Mediaset
Desde hace semanas, Alfonso Rojo no pisa una televisión privada. Era El programa de Ana Rosa su último y pequeño hueco, pero el espacio de Telecinco no cuenta con su presencia desde hace más de dos meses. Sin embargo, en las cadenas públicas de las autonomías lideradas por el PP no papel parece indispensable. Incluída, por supuesto, TVE.