Tras acabar la tercera temporada de La Casa de Papel, a nadie se le escapó que Belén Cuesta estaba entre los rehenes del Banco de España. Todos sus seguidores se preguntaron qué pintaba la actriz como una secuestrada más ya que su personaje pasó desapercibido y no tuvo ninguna frase en toda la entrega.
Mediante planos de la actriz, los creadores de la ficción se encargaron de que los espectadores se dieran cuenta de ese detalle y de que intuyeran que ella estaba allí por alguna razón y que cobraría cierta importancia cuando menos lo esperaran.
Cuando, episodio tras episodio todo seguía igual, incluso la temporada se terminó dejando sin resolver la intriga de qué hacía Cuesta allí, las teorías entre los seguidores de la serie empezaron a brotar: si era Magüi, asistente de Paquita Salas, haciendo un cameo como secuestrada, si estaba de paso, o de si realmente iba a tener alguna función importante.
Según los planteamientos que los espectadores compartieron, el personaje de Cuesta podría tener diferentes funciones e identidades. La primera teoría y, la más loca, era que la actriz podría estar dando vida a Tatiana en el futuro, la mujer que tuvo una relación con Berlín años antes de realizar el primer gran atraco.
Una opción que podría darse como valida dado que la rehén no tenía contacto con ninguno de los personajes que la podían reconocer. Sin embargo, lo que no cuadraba era que hubiese cambiado tanto en tan pocos años. Además, esta parte de la trama hubiese resultado demasiado enrevesada.
¡A partir de aquí este artículo contiene spoilers!
Tras el trágico final de la tercera parte también se esperaba que este personaje fuese indispensable para salvar la vida de Nairobi, pero no fue así. Por descarte, dejando a un lado las divagaciones, se empezó a recalcar la posibilidad de que formase parte de la banda o del plan de El Profesor, lo que fue el planteamiento que más se acercó a la solución.
Nada más comenzar la cuarta entrega, la intriga por averiguar esta incógnita aumenta ya que Belén Cuesta comienza a interactuar a lo largo de los episodios... hasta que por fin se desvela quién es realmente.
Al fin, en el quinto capítulo de la cuarta parte, podemos poner nombre a este personaje: Julia. Antiguamente conocido como Juanito, antes de iniciar su transición, es el ahijado de Moscú y amigo de la infancia de Denver.
Desesperados por darle un futuro, debido a que su padre se encuentra en la cárcel, Denver y Moscú suplicaron a El Profesor que dejasen a Julia unirse a la banda. Todo esto comenzó antes de asaltar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre por lo que Belén Cuesta se encontraba escondida tras la trama desde el principio.
Finalmente, debido a su escasa formación con las armas y, gracias a Berlín, el personaje interpretado por Álvaro Morte cede y le asigna un puesto necesario, pero que no requiere mucho esfuerzo: vigilar a los rehenes desde dentro. Lo que les facilitaría tenerlos controlados en todo momento.