“La organización ha decidido que Yiya será nominada”, comunicaba este jueves Jorge Javier Vázquez durante la octava gala de Supervivientes tras otro fuerte enfrentamiento entre la extremeña y Rocío Flores.
En mitad de una discusión entre la nieta de Rocío Jurado y Fani por un vídeo de la convivencia, cuando la concursante de La isla de las tentaciones hizo un ruido a modo de imitación hacia su compañera, Yiya aprovechó para definirla como “morsa”: "Ya está haciendo ruidos de morsa”.
Esta situación provocó que, tras haberse quejado anteriormente de que el programa permitiese insultos por el aspecto físico, la sobrina de Gloria Camila no aguantase más y abandonara la Palapa llorando mientras sufría un ataque de ansiedad. “Jorge, yo lo siento, pero me voy", se disculpaba derrumbada mientras abandonaba el directo.
"A mí esto se me escapa y creo que debe ser la organización quien tome medidas al respecto", explicaba Vázquez tras otra descalificación del mismo tipo por parte de Yiya a la joven. "¿Morsa no se puede decir, pero sí cacatúa? Muy mal, Jorge", replicaba la exconcursante de Un príncipe para tres princesas, que finalmente era nominada por el programa como castigo por su conducta.
"Te pediría como favor personal que este programa lo ve mucha gente y con este tipo de comportamiento nos colocas en un sitio muy complicado. Nosotros estamos en una posición que... ¿ahora qué tendríamos que hacer? (...) Sobretodo, hay una cosa que ya te voy a pedir: no nos tomes por gilipollas. Haz tu concurso y deja de dar por saco en este aspecto", decía el presentador.
Después de tomar esta medida, el programa volvía a establecer conexión con Flores que se encontraba en la playa apartada de la Palapa tratando de tranquilizarse. Cuando la hija de Antonio David conseguía recuperar el aliento, reconocía que su reacción se debe a un cúmulo de cosas: "Lo de Ana María me ha venido grande, pero es que lo de Yiya ya me ha hecho explotar".
“No entiendo la actitud que tiene, cómo puede tener una persona al lado que me está llamando de todo y no seas capaz ni de decir ni mú", decía Rocío sobre la actitud de la mujer de su abuelo.