La dirección de los Servicios Informativos capitaneada por José Antonio Álvarez Gundín decidió enviar a Susana Burgos, ex de Intereconomía y una de las últimas contratadas en TVE para la creación de la conocida como "redacción paralela", más afín al Gobierno del PP.

La periodista había dejado bien clara su posición desde Twitter. "Estoy por proponerle a Tsipras que tuitee en griego en lugar de en inglés para que nos enteremos de las tonterías que dice", escribió días antes.

Esto llevó al Consejo de Informativos pidió su relevo no sólo por "tomar partido en una cuestión sobre la que va a informar, sino que además lo hace con expresiones inapropiadas que rozan el insulto al jefe de gobierno de Grecia".

En su primera crónica desde Grecia, Burgos relató cómo se vivía la jornada de votación mostrando una opinión favorable al sí y otra al no. Pero, además, informó que los votantes del sí se quejaban de que la pregunta no se entiende. "El Gobierno engañó a los ciudadanos. La gente no está preparada para entender la pregunta", se escuchaba decir a un ciudadano griego.