Recuerdo que cuando estudiaba en la Facultad de Ciencias de Información, un profesor nos decía que la profesión que habíamos elegido nos hacía trabajar con un producto efímero. ¿El motivo? La máxima del periodismo escrito que dice que "la noticia de hoy mañana envuelve el pescado".

En el opening de Lou Grant se veía, mientras aparecían sus protagonistas, el proceso, la jornada en el periódico Los Ángeles Tribune: tala de un árbol del que se saca el papel, noticia, reunión de redactores, búsqueda de información, edición gráfica, elaboración, entrega a máquinas, salida en camiones para la distribución, reparto a domicilio, un señor leyendo las noticias mientras desayuna... y una dulce ancianita recortando un trozo del periódico para colocarlo en el fondo de una jaula en la que un lindo canario amarillo entona sus melodías mañaneras.

Pescado o canario cantarín. Así era y es de efímera esta profesión como nos la mostraba Lou Grant pero, hasta llegar a ese cruel destino, cada episodio era una lección auténtica de periodismo. Fue el súmmum para que por fin diera un paso al frente y dijera en casa "¡voy a estudiar Periodismo!".

Una visión americana del periodismo

Lou Grant hablaba del periodismo que se hacía en USA, pero me atraía. La serie se emitió en CBS entre los años 1977 y 1982. Se trata de un spin-off, uno de los primeros en TV, de la comedia El show de Mary Tyler Moore, de gran éxito en la televisión norteamericana. Aquí en España se pudo ver por la segunda cadena de TVE (UHF) y con la llegada de las privadas vivió su momento de revisión en Antena 3.

En su línea argumental, se contaba la historia de Lou Grant (papel interpretado por Edward Asner), un periodista que tras ser despedido de la cadena de Mineapolis en la que trabajaba regresa al periodismo "de verdad", como él mismo llamaba, para trabajar como editor en Los Angeles Tribune. Allí en la redacción, con máquinas de escribir y nada de ordenadores, estaban los reporteros el inquieto Joe Rossi (Robert Walden) y la intrépida Billie Newman (Linda Kelsey). Junto a estos estaba el jefe de redacción Charles Hume (Mason Adans), el editor Art Donovan (Jack Bannon) y el fotógrafo Denis (Daryl Anderson), al que todos conocían como "Animal". Fuera de la redacción, dos pisos más arriba, se encontraba el despacho de "la jefa", la señora Pynchon (Nancy Marchand).

Casi todos los episodios giraban entorno a una noticia y todo su seguimiento hasta que entraba en rotativas, pero al margen se contaban las historias personales de todos y cada uno de los protagonistas. A lo largo de las temporadas se pudo ver y saber cómo pensaban y qué objetivos tenían en la vida profesional y personal cada uno de los miembros de la redacción.

Una cancelación... ¿por su libertad?

En la serie se trataban todos los temas sin tapujos. Esa libertad a la hora de contar las historias fue la disculpa que se buscaron y que sirvió de escudo para cancelarla cuando estaba entre las favoritas de la audiencia. Al final de la quinta temporada, y en pleno mandato de Ronald Regan, no veían con buenos ojos el activismo izquierdista de Edward Asner y su gran influencia como presidente del Sindicato de Actores de Hollywood le llevó a choques con la administración republicana.

La gota que colmó el vaso fue la campaña de Edward Asner contra la injerencia de USA en El Salvador. Esto provocó que los republicanos hicieran una campaña contra los anunciantes de la serie y CBS. Los anunciantes, asustados ante el posible boicot, retiraron la publicidad, lo que le puso a la cadena en bandeja la disculpa para cancelar la serie en pleno éxito. Lo hicieron tan rápido que no dio tiempo a hacer un episodio de despedida y el último fue simplemente uno más, dejando a sus incondicionales indignados.

Temas periodísticos y sociales

En Lou Grant se trataban temas como las armas nucleares, las enfermedades mentales, la prostitución, la homosexualidad, el maltrato infantil, la defensa de la naturaleza, la contaminación, el racismo, la marginación... e incluso recuerdo que en un episodio el perrito de la señora Pidgeon que siempre la acompañaba en su despacho había desaparecido. En su afán por encontrarlo, dieron con una red de delincuentes que se dedicaban a robar estos perros para adiestrar a otros más grandes en peleas de perros. Rossi destapó la caja de los truenos.

Al margen de las noticias y de las historias en cada episodio, se abordaban temas relacionados con el periodismo como las exclusivas, las fuentes, el secreto profesional e incluso el plagio. Lou Grant lleva la firma de Allen Burn, Gene Reynolds y James L. Brooks, este último con un Oscar por La fuerza del cariño y creador de series como Cheers o Los Simpson. Cada episodio de esta serie era una lección de ética y compromiso.