"Es como una sesión del Privilege: cuando crees que no puede subir más, sube". Ésta podría ser la mejor frase para resumir lo que sucedió anoche en Sábado Deluxe, que se vio obligado a cambiar la escaleta debido a la sucesión de nuevos giros -y cada vez más surrealistas- en el culebrón Merlos.
No se hablaba de otra cosa en las redes sociales. Twitter estaba repleto de memes y de comentarios acerca de lo que estaba pasando en el plató de Telecinco. Incluso periodistas tan alejados de un formato como Sábado Deluxe como Antonio Maestre se unían a sus habituales espectadores para comentar lo que estaba sucediendo.
Después del revuelo causado por la polémica de la aparición de Alexia Rivas semidesnuda en un directo que realizaba Merlos desde su casa, Marta López se sentaba en el programa presentado por Jorge Javier Vázquez.La colaboradora de Ya es mediodía,que llevaba desde las tres de la tarde en los platós de Telecinco, visitaba el programa para dar nuevamente su versión de los hechos, después de hacerlo en Viva la vida y tras haber escuchado previsamente las explicaciones de Rivas en Socialité.
López no dudó en desmontar una por una todas las mentiras de Merlos: su última conversación vía whatsapp fue la misma mañana en la que se destapó el escándalo. Sin embargo, lo que no sabía la exconcursante de Gran Hermano es que ésta no sería la única infidelidad por parte del periodista.
El programa aprovechó su presencia para mostrarle un vídeo en el que se ve al periodista murciano besándose con una tercera mujer en un bar de Madrid, la noche del 29 de enero, según explicó Jorge Javier Vázquez.
"En las imágenes se pueden ver claramente como se está besando con otra mujer, y las vamos a ver", advertía Vázquez antes de dar paso a las imágenes al más puro estilo La isla de las tentaciones. "Estoy aquí dando la cara siendo la cornuda de España y humillándome", comentaba López apenada tras verlo.
De manera inmediata comenzaron las especulaciones sobre quién sería la chica con la que aparecía el periodista. Así, distintos tuiteros apuntaban a que se trataría de Mireia Borrás, la diputada de VOX por Madrid. Supuestamente, Merlos habría sido infiel con esta mujer a Marta López mientras también estaba conociendo a Alexia Rivas.
Ante esta situación, tras haberse mantenido en la sombra durante toda la polémica, Merlos contactaba con el presentador con intención de justificar lo que se acababa de ver. "A pesar de falsedades y mentiras, nada se corresponde con la realidad, cada uno que sea responsable de sus actos. Esto no es un juego en el que participaremos ni Alexia ni yo. Ella está ahora aquí conmigo", aclaraba.
"¿Piensas hacerte de izquierdas?"
Pero la cosa no se quedaba ahí. Para despejar todas las dudas, Javier Negre, el responsable del canal en el que se emitieron las imágenes originales, también llamaba al programa a pesar de que durante los últimos días había expresado su intención de no sacar tajada de un asunto tan morboso. Según la versión del periodista dos veces condenado, se enteró "después de la emisión" de que Alexia Rivas aparecía en el directo.
“No nos dimos cuenta de que aparecía Alexia en la imagen hasta que no se enteró un tuitero y se hizo eco. Ni mi realizador ni el community manager se dieron cuenta, y cuando vi la que se montó en redes llamé a Alfonso Merlos para ofrecerle cortar ese trozo y me dijo que no lo hiciera, que no pasaba nada”, explicó.
Antes de desvelar su verdad, el polemista cercano a la extrema derecha quiso dejar claro que es amigo tanto de Alfonso Merlos como de Marta López, por lo que solo quería ayudar a aclarar las cosas, no perjudicar a uno u otro. Sin embargo, la colaboradora confesó algo que pudo hacerle cambiar de opinión.
“Alfonso me recomendó que no participara en el programa de Negre porque tenía poco prestigio”, revelaba la exgranhermana. Frente a esta declaración, el periodista no se asombró demasiado ya que, según afirmó, durante las últimas semanas le han llegado mensajes en los que le aseguran que “Alfonso le va poniendo verde”.
“Esto es la descomposición de la derecha mediática”, comentaba un pletórico Vázquez asombrado al destapar todos estos trapos sucios. "Después de todo lo que has vivido, ¿piensas hacerte de izquierdas?", añadió el presentador dirigiéndose a López, mientras ella lo negaba rotundamente.
Y cuando todo parecía indicar que no habría más giros de guión, Amor Romeira se cruzó todo Madrid para sacar a la luz la grabación que había hecho de la llamada de Alexia Rivas y Marta López, ya que ella misma las había puesto en contacto.
Al parecer, la canaria había descubierto lo que había entre Merlos y a la reportera de Socialité. Sin embargo, el periodista murciano pidió a la concursante de GH9 que no se lo contara a López por no hacerle daño.
Asimismo, también se reveló que Merlos habría ofrecido a Rivar presentar un programa en la televisión regional de Murcia, comunidad gobernada por PP, Ciudadanos y VOX.
"No te folles a un facha"
Otros de los mejores momentos de la noche fue cuando Miguel Frigenti, tras ser testigo de todas estas declaraciones, concluyó el tema con un consejo para que no se volvieran a ver en una situación similar: “Si estás en una mala racha, no te folles a un facha”.
Y eso por no hablar de María Patiño confundiéndose durante toda la noche al nombrar a Alfonso Merlos como “Alonso Merlos” o “Alfonso Martos”.
También hubo tiempo para arremeter contra Jon Kortajarena tras la polémica que generó en Twitter por sus ganas de tortilla. “Si fueras Jon Kortajarena la de tortillas que podrías comprar con 10.000 euros”, dijo un brillante Jorge Javier Vázquez. “Jon Kortajarena, hijo mío, si tu quieres una tortilla, pídemela que yo te la llevo”, agregó entre risas consciente de que la noche estaba siendo única.
El programa no pudo cerrarse de mejor manera con Jorge Javier Vázquez pidiéndole a la directora del programa quepusieran Grandola Vila Morena, canción que fue elegida como señal de arranque de la Revolución de los Claveles en Portugal el 25 de abril de 1974. Una canción antifascista como banda sonora de una infidelidad que sacaba a relucir la hipocresía moral de la derecha más extrema. "Sálvame será la tumba del fascismo", se podía leer en redes.