Undécima semana de Supervivientes 2020 y cada vez se acerca más la final del concurso. Muestra de ello es que ayer asistimos a la tradicional unificación, donde los concursantes dejaban de estar separados para pasar a formar parte de un único grupo. 

La gala de anoche estuvo dedicada en su mayoría a la ruptura de Ivana y Hugo. Desde un principio defendí la teoría de que esta pareja era un montaje burdo para emular a Adara y Gianmarco. Sin embargo, ayer lo entendí todo.

Hugo ha usado a Ivana para dar celos a Adara

Sigo manteniendo que es un montaje, pero desmarco a Ivana de él. Creo que la argentina sí que se enamoró de Hugo, pero este la usó para darle celos a Adara y, de paso, intentar rascar algo de protagonismo. No me caben dudas de que Hugo es quien ha utilizado a Ivana.

Ayer pudimos ver a una Ivana desolada e impotente y, por primera vez, me la creí. Se notaba como de mal lo estaba pasando frente a la impasibilidad de Hugo, que estaba más pendiente de protagonizar minutos de programa que de los sentimientos heridos de Ivana.

Creo que Hugo quiso acercarse al principio a Ivana para darle con un palmo de narices a Adara y así rascar algo de trama porque, como ya dijimos, no ha destacado como superviviente. Y es que, si le llamamos ser superviviente, a ganar dos pruebas, apaga y vámonos.

Pero volvamos al quid de la cuestión. Hugo tenía esa finalidad y creía que podía controlar la situación e incluir a Ivana. Para entenderlo mejor: el uruguayo es el perfil de una persona exageradamente egocéntrica y con rasgos de narcisismo que tiene, de él mismo, una imagen bastante elevada y casi idealizada.

El desencadenante de la ruptura fue la prueba de recompensa del pasado domingo en la que se enfrentó la entonces pareja. Ivana resultó la ganadora del duelo de manera legítima y el uruguayo se enfadó por ello. ¿Cómo puedes enfadarte porque una persona gane una prueba de recompensa cuando está pasando el mismo hambre que tú? Sin duda, en ese momento, Hugo demostró lo poco que quería a Ivana y lo infantil que es. Al ex de Adara no le molestó que le ganara Ivana, lo que le molestó es que su imagen de ‘‘machito alfa’’ pudiera verse afectada por su victoria. Simplemente repugnante.

Jorge Javier intentó anoche -sin demasiado éxito- que Hugo le dijera por qué había decidido poner punto y final a su historia con Ivana. Sin embargo, no hizo más que dar evasivas, algo que el presentador captó de manera hábil.

Hugo ha cortado con Ivan porque ha visto que ella le estaba adelantando y que estaba cogiendo entidad propia, y que es mejor superviviente y concursante que él. Hasta la misma Ivana dijo que ella no había venido para ser la sombra de ningún hombre. ¡Enhorabuena Ivana! ¡De la que te has librado! No sé si te ibas a llevar a un novio o a un hijo.

Más tarde llegó el momento de la expulsión. José Antonio Avilés, el correveidile de la edición y liante oficial, fue expulsado por la audiencia. Algo que, sinceramente, no me lo esperaba ya que contaba con que iba a ser salvado in extremis.

Llegados a este punto es justo reconocer que Avilés ha sido uno de los motores claves de la edición, y que sin él hubieran sido muy aburridas las galas. A veces sobrepasaba los límites morales y éticos, pero sabe como nadie como sacar de quicio a la gente.

¡No sabe la que le espera en España con la polémica de sus no- estudios! Deseará haberse quedado en los Cayos, aunque fuera como garífuna. Ha sido uno de los descubrimientos del concurso: "Pon un José Antonio Avilés en tu reality. pero nunca en tu vida".

Llegado el momento de decidir el primer líder de la unificación, Ivana y Hugo se enfrentaron a la prueba. Y, una vez más, Ivana ganó, convirtiéndose en líder por cuarta vez y perfilándose como una de las candidatas a ganar esta edición.

En la ronda de nominaciones, el grupo nominó a Yiya, Jorge y Hugo, y posteriormente, la flamante líder nominó a Elena. Son perfiles muy variados, pero apuesto porque se salve Yiya, ya que la extremeña es uno de los personajes más puros de la edición y, a veces, parece la más madura y cuerda de los Cayos.

Sin embargo, Yiya es lo contrario a Avilés. Es decir, ha sido uno de los motores de la edición, pero nunca de manera fingida como su antagónico. No le desespera protagonizar conflictos como Avilés, el no-periodista. Por los demás, espero que Hugo sea el próximo expulsado. Si hasta ahora no aportaba nada como concursante ni superviviente, ahora mucho menos.