La salida de TVE de la lucha por los derechos deportivos hace unos años provocó el pinchazo de esta burbuja y rebajó los precios sustancialmente. Ahora, con su regreso a las pujas, vuelva el peligro a que se hinche, perjudicando seriamente los intereses de las cadenas privadas.
Esta semana, ECD publicaba que la cadena pública había subido la puja por la Eurocopa 2016 frente a Mediaset. El grupo de Paolo Vasile había presentado la oferta más alta, pero TVE y Atresmedia han reactivado la subasta en las últimas semanas.
Según fuentes del sector, Mediaset y Atresmedia están dispuestos a pagar cantidades muy inferiores a las requeridas por la UEFA (en torno a los 70 millones de euros. Sin embargo, ahora, con la oferta de TVE, las alarmas han saltado ya que el precio puede dispararse.
Atresmedia está en su derecho de pelar con su rival por hacerse con los derechos de esta competición. Sin embargo, el caso de la pública queda en entredicho.“TVE compra con el dinero de todos”, criticaba Vasile después de que la Corporación presentara una oferta de 40 millones de euros por hacerse con los derechos de emisión de las fases clasificatorias de la Eurocopa 2016 y el Mundial 2018.
“Ahora que los operadores privados habíamos conseguido rebajar los precios por este tipo de derechos y ajustarlos al contexto económico y publicitario actual, la televisión pública estaría planteando una oferta que revienta el mercado y que, de confirmarse, lamentablemente y de manera involuntaria todos los ciudadanos contribuirán a costear, sin tener necesidad de ello”, explicaba Mediaset entonces.
La borrachera del sector
No le faltaba razón al italiano. Tras años enfrentándose a desorbitados precios en el mercado, Mediaset y Atresmedia consiguieron plantar cara a las empresas que poseen los derechos deportivos pudiendo conseguir precios más adaptados a sus criterios de rentabilidad.
La primera muestra de esta estrategia se daba en octubre de 2012 cuando se 'rompía' el amor entre Mediaset y la Roja. El caché por ver un partido de la selección estaba en 3 millones de euros, una cantidad que no estaban dispuestos a pagar. Después se bajaría hasta un millón y medio de euros. Sin embargo, la cifra seguía estando alejada de la política de Mediaset y se produjo el histórico apagón de la Roja.
No volvería a pasar. Meses después, después de este órdago, Mediaset anunciaba que se había hecho con los derechos de los próximos partidos amistosos y clasificatorios de 'La Roja' dadas "las excelentes condiciones adaptadas al mercado actual". Según Vertele, la cifra del paquete de partidos estaría en torno a los 17 millones de euros, mucho menos de la mitad de lo que estaba pagando TVE (45 millones de euros).