Por laSexta Noche han ido desfilando todos los candidatos a la presidencia del Gobierno durante las anteriores semanas. De no haber ido Mariano Rajoy, hubiese sido un claro jarro de agua fría para la campaña. Pero quizá a veces el remedio es peor que la enfermedad y el presidente se encontró con la peor entrevista de su campaña.

No por el programa, sino por el entrevistado. No por la forma, sino por el contenido. Mientras el resto de entrevistas del programa fueron desinhibidas, en esta ocasión nos encontramos con un plató de televisión tenso en el que se masca la tragedia. Mariano Rajoy no estaba cómodo en laSexta. No es su espacio natural. Allí estaban sus peores enemigos: los ciudadanos.

Durante los últimos cuatro años ha intentado no tener que enfrentarse al pueblo y casi lo consigue. Lo ha reconocido en más de una ocasión. Al principio de su legislatura no daba explicaciones de sus decisiones como presidente porque estaba ocupado con otras cosas. Esto le ha hecho pagar un costoso peaje: no saber tratar a la gente y ponerse nervioso con la luz de los focos.

El programa entró a saco con Mariano Rajoy. Tripartito. Pedro Sánchez. Pactos. El presidente iba andando por los pasillos de Atresmedia para llegar al plató junto a Iñaki López. Para llegar donde se encontraba la jauría. Él asegura que estaba cómodo y con ganas. Sin embargo, esta escena bien se puede comparar con Gladiator, cuando Russell Crowe se dirige a la arena donde le espera la muerte representada con sus iguales.

Y así se fueron sucediendo las preguntas de los ciudadanos. Hubo muy poco tiempo para sonrisas y muy pocas muecas, algo que sí vimos en las anteriores entrevistas. Mariano Rajoy estaba tenso y le costaba mirar a la cara de sus ciudadanos. Con una mirada perdida o dirigida al suelo como reflejo de la vergüenza que sentía, el presidente fue aguantando uno a uno los latigazos de la noche.

Rajoy hizo lo que mejor sabe hacer: colocar la pregunta en su cabeza, rebuscar en el baúl de recuerdos perdidos y dar una respuesta que nada tiene que ver con los cuestionado pero que cuela. El presidente dejó pocos titulares a lo largo de la noche, algo en lo que es experto y que le hemos visto hacer en sus anteriores intervenciones televisivas. 

El colofón final llegó por parte de la periodista Cristina Pardo, rostro de laSexta. “14 de sus ministros nunca han sido concejales pese al mensajes del valor de la experiencia en política. ¿Mantiene que para gobernar hay que haber sido concejal? Fin de la cita”, preguntó la periodista a través del plasma del programa. Faltó que sonaran unos platillos de fondo, pero los aplausos del público resolvieron el momento. Hasta el propio Rajoy sonrió a modo de “puñetera niña”. Luego se la devolvió: “¿Haría usted a Cristina Pardo directora de esta cadena? Yo no”. Y así es como Rajoy tiró a la basura millones de euros de campaña. Era mucho mejor Bertín.