Fue hace 25 años la última vez que España rozó con los dedos la victoria en Eurovisión. Un cuarto de siglo de la que sigue siendo, hoy en día, la última mejor posición de nuestro país, gracias a una de las actuaciones más memorables en la historia de nuestro paso por el certamen.
El 13 de mayo de 1995, Anabel Conde, una malagueña de tan solo 19 años, deslumbraba a toda Europa con su masgistral interpretación del tema Vuelve Conmigo en el escenario del Point Theater de Dublín, Irlanda. Una actuación que aupaba a España a una de sus mejores posiciones históricas, gracias a los 119 puntos que colocaron a la cantante en el segundo puesto de la clasificación.
Con motivo de esta fecha tan señalada, en BLUPER hemos hablado con Anabel Conde sobre cómo llegó a ser la representante de España en Eurovisión, sus intentos posteriores para volver a ese escenario, y su relación actual con la música, entre otros temas.
El 13 de mayo es un día muy importante para ti. Este año, concretamente, se cumplen 25 años de tu representación en Eurovisión. ¿Cómo eran las preselecciones en aquellos tiempos? ¿Cómo llegó Vuelve Conmigo a ti?
Fue una elección interna, y en ese sentido realmente no es tan diferente a lo que hay ahora. Las discográficas presentaron a sus artistas y sus maquetas, y TVE decidió quién iba a y con qué canción. Tenían bastante claro que querían que fuera yo, pero al principio se eligió otra canción. Finalmente el compositor de ese tema no quiso y fue así como llegamos a Vuelve conmigo.
Y al final la elección fue muy acertada…
Nunca sabe uno… A mí al principio no me gustaba la canción. No me sentía identificada con ella, a mí me gustaba mucho Whitney Houston y la música americana, así que no la veía muy acorde a mí. Pero, con el tiempo he dicho que fue un acierto, es una canción muy pegadiza. Además le añadí aportaciones para hacer mía la canción, con la subida, el final… Yo creo que al final fue la canción perfecta para enganchar al público, fuera el idioma que fuera.
Hablando de esa subida, 'Vuelve conmigo' es una canción bastante complicada vocalmente. ¿Fue un reto?
Esa canción está hecha totalmente a mi medida. Yo me inventé la subida y me inventé todo el final. Pero sí, claro, complicado era. Además, cuando estuve allí en Irlanda, no pude disfrutar de la experiencia, ni ir a fiestas, porque me tenía que cuidar muchísimo y estar al 100%.
Eurovisión tiene un ganador, y el resto de participantes, más que perdedores, simplemente ocupan puestos diferentes de la clasificación. Pero, quedando segunda, ¿no sentiste algo de rabia al estar tan cerca de tocar la victoria?
Que va, al contrario, porque yo nunca me imaginé en la vida un segundo puesto. Cuando alguien cree que va a ganar, a lo mejor quedar segundo siente que es un fracaso, pero cuando desde el principio te dicen “vas a quedar mal”… Mi mentalidad era de hacerlo lo mejor posible, para que al menos lo que dependía de mi estuviera bien, y con esa mentalidad fui. Yo no pensé nunca que fuera a ganar. Evidentemente, cuando llegué allí y empecé a subir en las apuestas, pues la ilusión te empieza a crecer, claro. Pero cuando vi que había quedado segunda, más contenta no podía estar. No me siento para nada perdedora, me siento una afortunada, y a la vista está que nadie ha vuelto a conseguir ese puesto.
Hay mucha gente que reniega de su paso por el festival y me parece muy triste
No sé si eres muy activa en redes sociales pero, en Twitter, dentro de la comunidad eurofan, tu candidatura es una de las más queridas. ¿Eres consciente de todo ese cariño?
Pues ahora mismo no soy muy activa porque, cuando acabo de trabajar, ese tiempo libre prefiero dedicárselo a mi hija o a mí misma. Pero mi hermana (Cristina Conde) si es más activa y siempre me envía pantallazos de cosas que me dicen
Sí que siento ese cariño, porque siempre que voy a algún evento todos los eurofans son super cariñosos conmigo. Parece ser que ahora han elegido mi canción como la mejor de los 90, imagínate. Me siento muy querida, y aunque no siga las redes yo estoy segura de eso, y además muy orgullosa.
Hay algunos artistas que se desmarcan del festival
Sí, hay mucha gente que ha ido y luego ha renegado. Eso es muy triste porque es el festival más grande que hay. Quedes como quedes tienes que estar orgulloso de participar. No entiendo esas actitudes.
De hecho tú intentaste varias veces volver a pisar el escenario de Eurovisión, en el año 2000 con "Ni colores ni fronteras" y posteriormente en el 2005 con "Sin miedos". ¿Qué me puedes contar de esas candidaturas?
Lo he intentado varias veces, sí, aunque no siempre con la intención de volver al festival. Al final las selecciones son un momento muy importante que puedes aprovechar para mostrarte, y a raíz de eso te surgen muchas cosas. Cuando participé con Sin Miedos, que era una canción que me encantaba, yo ya era maestra, y para ir al festival tengo que estar segura de no perder mi trabajo.
Además, cuando llegué a aquella preselección no me gustó lo que vi, así que no me apetecía ganar. La gente no tenía ganas de hacer bien las cosas. Si vamos al festival es, por lo menos, para hacerlo lo mejor posible e intentar ganar, no ir a medias tintas. Vi ciertas cosas que no me gustaron. Al final tuve mucha suerte porque ganó Daniel Diges, que lo hizo genial, y a raíz de eso me salieron muchas actuaciones por toda Europa y muchas cosas más. Yo soy muy positiva, al final siempre surgen nuevas vivencias gracias a todas estas cosas, es lo que me llevo de esas preselecciones.
Actualmente no dependo de la música para vivir y lo agradezco porque me da mucha libertad
En 2005 fuiste corista por Andorra, ¿cómo surgió esa participación?
Yo grabé muchísimas maquetas con Rafael Artesero. Una de ellas, una canción maravillosa que era en inglés, la escucharon en Andorra y les gustó muchísimo. En un principio querían que fuera yo, pero las bases de ese momento no lo permitían porque los participantes tenían que vivir dos años en el país, así que no pude ir como representante.
Pero me llamaron desde la productora de allí y me dijeron que si quería ir de corista, y acepté encantada. Ahí pude disfrutar del festival de la otra manera, puede ir a todas las fiestas. Además, todo el mundo me conocía, viví un momento precioso en una discoteca con gente de todos los países cantando Vuelve Conmigo.
¿Cuál es tu relación actual con la música? ¿Tienes algún proyecto?
Yo ahora mismo no dependo de la música para vivir y la verdad es que lo agradezco, porque lo disfruto más, hago lo que me parece. Y ahora tengo un proyecto muy importante, que estoy haciendo con Serafín Zubiri. Hemos hecho un espectáculo impresionante, no es porque sea hecho por nosotros (risas) pero ha sido un trabajo increíble. Hemos recopilado canciones desde los años 60 hasta la actualidad. Muchísimos temas, ya que hacemos medleys enlazando canciones unas con otras y lo hacemos además con bandas de músicos. El estreno fue en Bilbao y aquello fue maravilloso. Y vamos a continuar con el espectáculo, que por el coronavirus se está retrasando. Ahora lo que nos queda es que la gente lo siga disfrutando.
Cuando acabaste tu candidatura de Eurovisión, tal y como comentaste en otra entrevista para BLUPER tu discográfica "no supo aprovechar la oportunidad". ¿Qué pasó? ¿Hubo un mal enfoque, mala suerte?
Yo tampoco lo sé muy bien. Lo único que puedo decir es que me ofrecieron contratos discográficos de toda Europa, pero dijeron que no, que primero había que trabajar aquí en España. Yo, por supuesto, no puede aportar nada. No hicieron absolutamente nada.
Hay mucha gente que piensa que Eurovisión destroza las carreras de los artistas.
Es una tontería. Hay mucha gente que ha triunfado después y hay muchísimos artistas que han seguido triunfando con sus carreras. No tener éxito no creo que sea culpa del festival, creo que el problema a veces es la gente que te rodea, y tener un poco de suerte. Pero como todo. Es una ocasión de oro, pero claro, tiene que haber luego algo importante que te siga apoyando.
Eurovisión ha evolucionado muchísimo en estos 25 años. Ahora es todo un espectáculo audiovisual. ¿Te ves encima de ese escenario, con todo lo que conlleva hoy en día a nivel de despliegue y mediáticamente hablando?
Hombre, si me veo, los artistas nos vemos siempre encima de un escenario. Ahora todo es más visual, pero también se han visto propuestas más centradas en la canción que han triunfado. Al final tienes que llamar la atención por algún motivo. Cuando vas con algo bonito y eres profesional ya vas a llamar la atención, no hace falta que haya fuegos artificiales. Si llevas una canción que emociona a la gente, como la de Salvador Sobral, puedes ganar. Realmente nadie sabe el secreto para ganar, nadie tiene la fórmula mágica. Quizás sí lo volvería a intentar, si me llega una buena canción. Ya es que intentar ir lo veo algo positivo.
Blas cantó es un gran artista y 'Universo' se le quedaba pequeña
¿Qué crees que pasa con España en Eurovisión que no conseguimos levantar cabeza?
Pienso que no se lo toman demasiado en serio, no sé. Hay veces que se ha visto muy claro que antes de llegar allí ya se sabía que no era la elección más acertada. A veces cuando se envían las canciones todos pensamos “¿realmente estas son las mejores canciones que pueden enviar los compositores españoles?”. Yo creo que no hay interés por hacer bien las cosas.
Las candidaturas de Amaia y Alfred y Miki, de estos últimos años, llegaron con muchas expectativas, pero luego terminaron en malas posiciones. ¿Qué crees que ocurrió ahí?
A mí la de Miki… la actuación estaba simpática y divertida pero a mí la canción no me gustaba. Quedó como yo esperaba. Alfred y Amaia... la canción era bonita, pretendía ser lo de Salvador Sobral, pero se quedó muy lejos. Ella me encanta, él menos, pero hacían una pareja bonita. Creo que podían haber quedado mejor de lo que quedaron.
Por último, ¿qué piensas de Blas Cantó como representante de este año fallido y del próximo?
Creo que esto le va a venir bien. Blas canta impresionante, es un pedazo de artista. Pero creo que la canción -Universo- se le había quedado muy pequeña para lo grande que es él como artista. Ahora va a tener más tiempo para encontrar otra canción mejor todavía. Creo que tiene posibilidades de ganar, tiene cualidades de sobra. Creo que vamos a quedar bien con él porque es un buen profesional, pero con una buena canción ya podemos dar el pelotazo.