¡Vaya fauna! Nunca un título vino tan bien para un programa. Telecinco ya nos estaba poniendo en antecedentes. El nuevo espacio de Mediaset supone su retroceso en el género. ¿Hay que creerse que esta es la programación que los espectadores se merecen en verano?

El género del talent ha avanzado a pasos agigantados en España. Muchos empezaron a usar esta palabra cuando 16 jóvenes se subieron a un escenario para demostrar sus dotes en el mundo de la canción en aquel programa llamado Operación triunfo. Sin embargo, este género puede buscarse en la década de los 50 de TVE cuando se emita el programa Hacia la fama. En este caso se buscaban a nuevos talentos literarios. 

Por la pública pasaron nuevos espacios como Caras nuevas, donde se pretendía buscar a un nuevo profesional para la plantilla de la cadena, o La gran ocasión, donde ya se coqueteó con el mundo de la canción. Todos tenían algo en común: la profesionalidad y la lucha por un sueño que sólo la televisión puede cumplir. 

'¡Vaya fauna!' sólo pretende convertir en frikismo el talento

¡Vaya fauna!, sin embargo, se queda en el entretenimiento más absurdo que sólo pretende convertir en frikismo el talento y el éxito sólo radica en el dato de audiencia que el programa tenga al día siguiente. El éxito, si existe, sólo será para Telecinco y no para los atrevidos a pasearse por ese plató. ¡Por cierto! Cero maltrato animal, como se aventuraron a decir algunos antes de tiempo.

La realización de ¡Vaya fauna! es un ultraje a los últimos proyectos de la cadena dentro de este género. La cámara tiembla cada vez que se hace un primer plano a los invitados. Por mucho que intento buscarle un significado a que se vea el micrófono y la pértiga en todo momento, no lo encuentro. Tan moderno todo... 

El 'pero' en esta consecución de fallos es el jurado. Soraya y Yolanda Ramos son maestras del espectáculo y, aunque este programa las deja atadas de pies y manos, saben asomar la cabeza convirtiéndose en el único valor positivo. Los Gemeliers encajan a la perfección en un programa creado para niños, y a veces pienso que por niños. Santi Serra es la voz serena y experta del programa. Christian Gálvez sigue precedido por una corrección, a veces, excesiva.

Aunque puede parece un programa más, este ¿nuevo? formato tiene historia detrás. Se trata del estreno de la sobrina de Silvio Berlusconi como productora en España. Después de hacer varios programas menores en Italia, en nuestro país le han abierto las puertas de par en par para concederle un espacio en horario de máxima audiencia en la principal cadena del grupo. 

Y si algo ha demostrado el tiempo es que España e Italia no son iguales. Ni allí serían capaces de emitir un programa como Sálvame ni aquí funcionaron series como Las mil y una noches o Romeo y Julieta que arrasaron al otro lado del Mediterráneo. Nos la vuelven a intentar colar, pero no.