Después del éxito cosechado durante sus dos primeras temporadas, Berto Romero podría haber roto su promesa de hacer tres temporadas sobre el viaje hacia la madurez de una pareja contemporánea en Mira lo que has hecho.

Sin embargo, el actor ha sido fiel a su palabra poniendo el broche de oro a uno de los productos más redondos que ha alumbrado Movistar + en sus primeros dos años de vida. 

¿Son los Alcántara de los millennials?

Dando un salto en el tiempo y mostrándonos que ahora Berto y Sandra tienen una familia numerosa y se han mudado a las afueras, Romero vuelve a hacer sencillo identificarse con esta familia, aunque pueda estar en las antípodas de su día a día.

Y es que precisamente esa es una de las claves de su triunfo. Da igual que que no seas padre o no tengas pareja. Sus situaciones son tan realistas y tan cercanas que resulta inevitable no esbozar una sonrisa cómplice con todo aquello que les pasa. 

Se nota que Romero pisa la calle, que conoce esa nueva España de las parejas millennials que piensan que sus hijos deben estudiar chino, el idioma del futuro, o que deben alejarlos de las ‘pantallas’, mientras anhelan sus noches de fiesta y farra. 

De ahí que les ha llegado algún comentario tipo: ‘Sois los Alcántara de los millenials’. Y así es. ¿Quién no ha vivido el histerismo de los padres primerizos? ¿Esa intromisión de los abuelos? ¿Ese cuñado que le compra cualquier bulo a la extrema derecha?

Y todo ello condimentado con una buena dosis de ironía sobre los límites del humor en tiempos de los ofendiditos y el papel que ejercen las redes sociales en la opinión pública. Atención a la batalla por las terapias naturales.

Sin olvidarnos, por supuesto, de la maestría que tiene Romero para deambular nuevamente por esa delgada línea entre el drama y la comedia, y que hace que nos estremecemos en el sofá. 

“¿Estás bien?”, le pregunta en un momento dado Sandra durante un encuentro con amigos. “No”, le dije rotundo Berto mientras su mujer le toca con cariño el brazo en una de esas escenas que demuestran a la perfección la intimidad de una pareja.