Este jueves se estrenó (y con unos datos más que decentes) La casa fuerte, el nuevo reality low cost de Telecinco. Y lo hizo ya con polémicas entre dos de sus concursantes: Yola Berrocal y Leticia Sabater.
Ambas trajeron a la palestra cómo presuntamente Yola le arruinó un bolo a la intérprete de ‘La Salchipapa’, al quitar un pen drive con su música. “Pero, si era playback”, contestó pizpireta la otrora miembro de Sex Bomb, como defensa.
Con Leticia y Yola puede ocurrir cualquier cosa delante de las cámaras. Ambas son conocedoras de cómo funciona la televisión, tanto en su vertiente de programas de corazón, como en los concursos de telerrealidad.
Y es que, al igual que hay famosos que van de talent en talent (de Tu cara me suena a MasterChef y viceversa, por ejemplo), también hay otros, como Leticia y Yola, cuya especialidad es convivir rodeado de cámaras, combinando su afán de protagonismo con cierta competitividad y poca vergüenza. Y además, que garanticen entrevistas divertidas en los programas satélite de la cadena, como Sálvame y el Deluxe.
La trayectoria de Leticia Sabater: una doble ‘Superviviente’
Leticia fue una pionera en eso de ser una famosa que se animaba a concursar en un reality. Su debut fue en Antena 3, en La selva de los FamoSOS, cuando el programa ya había comenzado, y estuvo unos primeros días viviendo sola. Cuando se unió con el grupo, sus compañeros la nominaron, y la audiencia la puso en la calle.
'La casa fuerte' es en sexto reality de Leticia
Más tarde vino Esta cocina es un infierno, Acorralados, Supervivientes (repitiendo así reality, solo que ahora con otro nombre) y Expedición imposible, en la que formó pareja con Raquel Mosquera.
La audiencia, por lo general, no la quiere mucho; en La cocina del infierno fue la primera expulsada, y en La selva de los famosos llegó a alcanzar el 76% de los votos para salir.
En Expedición Imposible formó parte del segundo equipo expulsado, pero aquella razón había una fuerza mayor: su compañera Raquel Mosquera sufrió un brote psicótico que la obligó a marcharse de la competición, y ella salió a su lado.
En los realities, Leticia ha demostrado ser una guerrera, que intenta sacar de quicio a cualquiera con tal de que los focos vayan hacia su persona. En Expedición Imposible se peleó y mucho con las hermanas Abradelo después de que la actriz y presentadora hiciese trampas de forma descarada y encima lo negase. En Acorralados la lió en el plató con Aída Nízar, y en Supervivientes la tuvo con José Luis (futuro ganador del formato), que la tildó de “la mayor garrapata del concurso”.
Yola, la doble ganadora de realities
A Leticia el público y los compañeros no la han querido mucho en los realities; todo lo contrario que a Yola Berrocal, que fue ganadora de Hotel Glam y El Reencuentro y segunda clasificada de Supervivientes 2016. Yola tiene un palmarés que, hasta el momento, solo podría equipararse al de Sofía Suescun, ganadora de GH y Supervivientes.
Si Leticia se caracteriza por ser peleona, Yola es todo lo contrario: una mujer angelical, que combina su verdadera personalidad con ese personaje televisivo que se ha inventado. Una mujer muy divertida, capaz de sentarse en el Deluxe para decir que se va del país, y que ella es un ejemplo más de “la fuga de cerebros que está viviendo España en estos momentos”.
Yola es capaz de regalar momentos como el exorcismo que vivió en 'Hotel Glam'
Yola siempre rema a favor de obra desde un prisma blanco. Por ejemplo, en Hotel Glam dejó dos momentos que ya son historia de la televisión. Uno, cuando fue una bruja al programa a hacer una sesión de espiritismo y ella sintió que el maligno entraba en su ser; presa de miedo, llorando y gritando, exclamaba “¡quítamelo!, ¡quítamelo!”.
El segundo, cuando se enteró de que el presidente José María Aznar había tildado al programa de telebasura. Ella, junto a Malena Gracia, se puso delante de una de las cámaras que lo grababan todo para lanzar un mensaje. “Señor Aznar, no somos telebasura. Somos personas que enseñamos cosas. Hemos pintado camisetas, tocado las castañuelas…”, explicaba Yola. Malena, además, quiso dejar claro que “somos católicas: hay que creer en Dios. Dios existe y está con nosotros. Yo en mi habitación tengo un crucifijo que era de mi abuela”. Por si todo esto fuese poco, Yola dijo que quería conocer a Aznar: “Y nos encantaría saludarle, darle la mano a usted y a su mujer, Ana Botella”.
A pesar de todo, en Supervivientes no terminó de cuajar con sus compañeros; desde casa daba la sensación de que le hacían bullying, pero ellos aseguraban que la convivencia con ella era muy difícil, y que actuaba de una forma cuando hay cámaras y de otra cuando no. ¿Qué Yola veremos en esta nueva aventura?
¿Logrará Yola, ahora sí, hacer un triplete y convertirse en ganadora de un nuevo reality?