El 29 de junio de 2007, Callejeros emitía un reportaje sobre conflictos vecinales. El programa de reporteros de Cuatro nos presentaba a Isabel, una mujer de Valencia que tenía problemas con su vecina de al lado, Vicenta.
Isabel explicaba cómo era de complicado su día a día, pues tenía que subir y bajar en el ascensor cubierta por bolsas de plástico y chubasqueros por miedo a que le lanzasen “orines y productos químicos”. Y enseñó al reportero las imágenes de un detective en la que se ve a su vecina escribiéndole “putón” sobre el portero electrónico, o las de una cámara de seguridad en la que se escucha a Vicenta insultarla.
“Está diciendo puta, puta, está diciendo” explica a cámara Isabel, con el vídeo de fondo. “¿El qué?” pregunta el reportero, fingiendo no haber comprendido. “Está diciendo puta, puta, puta, a mí, sin ser nada de eso yo”, insistía la mujer.
Esas imágenes fueron de las primeras en llegar YouTube hace años, y se convirtieron en un auténtico fenómeno viral; tanta popularidad tuvieron que las Nancys Rubias, el grupo de Mario Vaquerizo, le dedicó la canción ‘¡Pero bueno!’ (frase que exclama Vicenta al ver a su vecina cubierta por bolsas), y que incluía algunas de las mejores frases (“no me llame usted putón sin ser nada de eso yo”).
Este miércoles, a través de su cuenta de Twitter, Jesús, el hijo de la propia Isabel ha decidido contar su experiencia, y es que a pesar de que sabe que su madre es un meme de Internet, no quiere pasar por alto lo dura que fue su "terrorífica infancia" por culpa de su vecina.
“Mi infancia estuvo condicionada desde muy pequeño por los sucesos que tanto se han dado a conocer en la TV. Sin embargo, me dolió en el alma que se ridiculizara así a mi madre y se formará un circo. No se dio a entender el miedo que pasábamos cada día, en nuestra propia casa” señala Jesús, en un hilo de Twitter que se ha hecho viral.
“Nuestra vecina nos hizo la vida imposible para que nos fuéramos del piso, nos atemorizaba cada día. Ver a tu madre al límite de la cordura día sí y día también es algo que por desgracia sé. Mi madre luchó cada día por mantenernos a salvo a mi hermano y a mí”.
Entre otros episodios, relata cómo Vicenta arañó un día a la cara Isabel cuando esta volvía de comprar. “Mi madre pedía auxilio en medio del rellano, mientras yo la oía a través de la puerta. No podía parar de llorar y de sentirme impotente. Tenía 7 años”. También habla de veces en las que su vecina salía de la casa con un cuchillo diciendo que iba a matar a su madre, que la iba a tirar por las escaleras. Del mismo modo, habla de “algunos vecinos más” que molestaban “tocando al timbre, tocando a la puerta, insultos, excrementos en la puerta”.
“Sé que se ha hecho mucha burla con el tema de las bolsas de basura. A simple vista, puedo entender que pueda parecer divertido y que quede bien como disfraz de Halloween o de Carnaval. Pero imaginaos que a vuestra madre le tiran orines, lejía, productos químicos”, continúa relatando.
“Teníamos otro piso al que nos podríamos haber ido. Pero ella se negaba a dejar que esa hija de puta se saliera con la suya. El piso en el que vivíamos era de mis abuelos y ella se había criado aquí, era su casa”, asegura. Por ello quiere que veamos a Isabel como “una mujer que defendió a sus hijos y luchó hasta el final para que no nos echarán de nuestra casa” y lamenta que todo se convirtiese en un “circo mediático”. “Al final, la gente se queda con la parte graciosa de la historia (que al final es la que dieron los medios) y no se intenta ver más allá”.
El hilo pronto comenzó a ser compartido por miles de usuarios, con más de 38.000 retuits, lo que ha reactivado el interés por la historia, y por saber cómo acabó el tema de las denuncias contra Vicenta. A pesar de ello, Jesús ha dicho que prefiere no decir nada más sobre el tema.